El martes, registró un ataque con cuchillo ocurrido en la ciudad iraní de Mashad, como consecuencia del cual un clérigo joven cayó mártir y otros dos resultaron heridos. El asaltante fue arrestado de inmediato.
El ministro del Interior de Irán, Ahmad Vahidi, tras condenar el ataque en términos más enérgicos, ha prometido este jueves que se rastrearán todas las raíces del ataque.
“Se identificarán todas las raíces terroristas del incidente de Mashad y las corrientes que dieron instrucciones” para que se lleve a cabo dicho ataque, ha asegurado en declaraciones a la prensa.
Para Vahidi, el ataque de Mashad supone una muestra de que “el enemigo no ha dejado de promover discrepancia y que el terrorismo es el producto del enfoque arrogante” que “creó Daesh y otros grupos terroristas.
De hecho, el titular persa ha señalado que esta corriente ha sido creada por los países occidentales y prometido que la República Islámica hará que los perpetradores del crimen en cuestión rindan cuenta.
Por todo, Vahidi ha dicho que no espera que el Occidente y Estados Unidos condenen el ataque, pues ellos mismo crearon la ideología que condujo a dicho siniestro. “Su negativa a condenar demuestra que patrocinan” actos terroristas de dicha índole.
El enemigo busca generar discrepancia entre los iraníes y afganos
El asaltante se ha identificado por los medios de comunicación como Abdolatif Moradi, un uzbeko de 21 años que ingresó ilegalmente a Irán a través de Pakistán el año pasado y que desde entonces residía en Mashad.
En cuanto a las especulaciones que vinculan el ataque a un ciudadano afgano, Vahidi ha destacado que Irán y Afganistán comparten una misma civilización, denunciando que los enemigos tratan de promover iranofobia en Afganistán y un sentimiento similar respecto a los afganos en Irán, pero nunca tendrán éxito, ha augurado.
Asimismo, ha resaltado que “los mejores jóvenes de Afganistán han perdido sus vidas al luchar contra los grupos takfiríes”.
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