• Representante permanente de Irán ante las Naciones Unidas, Mayid Tajt Ravanchi, habla con periodistas en la sede de la ONU en Nueva York, 24 de junio de 2019.
Publicada: viernes, 3 de julio de 2020 9:17

Irán subraya la necesidad de levantar las sanciones unilaterales y alerta que este tipo de acciones debilitan la capacidad de los países para frenar la COVID-19.

En declaraciones ofrecidas el jueves en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) sobre las implicaciones de la COVID-19 en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, el embajador y representante permanente de Irán ante las Naciones Unidas, Mayid Tajt Ravanchi, advirtió de que las enfermedades pandémicas con una alta tasa de mortalidad tienen consecuencias negativas en la situación económica y social de los países involucrados en conflictos.

Al respecto, mencionó los impactos de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, en la región de Asia Occidental, en particular en Yemen y Siria, y agregó que la situación se ha empeorado en dichos países debido a las sanciones unilaterales de Estados Unidos contra el pueblo sirio y el bloqueo saudí contra Yemen.

Irán, recalcó Tajt Ravanchi, como un país afectado por la pandemia de la COVID-19 y blanco de las sanciones de EE.UU., sabe muy bien cómo y cuánto dichas restricciones debilitan la capacidad de los países para gestionar mejor la crisis sanitaria.

 

Las medidas coercitivas dificultan el acceso de los países a los equipamientos médicos, lo que afecta directamente a los pacientes, todo ello muestra lo inmoral, inhumano e ilegítimo que son las sanciones”, apostilló.

El diplomático persa señaló que el nuevo coronavirus es un enemigo común del ser humano, y la única forma de lidiar con esto es recurrir a la solidaridad práctica y la cooperación global. Tajt Ravanchi dejó claro que cualquier sanción será en detrimento de los intereses de todo el mundo.

Tras retirarse unilateralmente del Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), nombre oficial del acuerdo nuclear, —compuesto por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania— Washington ha intensificado su campaña de presión económica contra la República Islámica y ha impuesto varias rondas de sanciones contra el país persa.

Las autoridades iraníes califican de “crímenes de lesa humanidad” los embargos y las restricciones impuestas por Estados Unidos que afectan al suministro de medicamentos y otras áreas del sector de la salud del país persa.

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