En el vuelo número 22 del plan humanitario Vuelta a la Patria, impulsado por el Gobierno venezolano y proveniente de Estados Unidos con un nuevo grupo de migrantes deportados por la Administración de Donald Trump, arribó este 14 de mayo al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, en el estado La Guaira, la bebé Maikelys Espinoza, quien había sido secuestrada por el Gobierno estadounidense.
“Esto ha sido una batalla de todos los días y hoy tenemos una gran victoria: que Maikelys regrese a nuestra patria”, declaró el ministro del Interior de Venezuela, minutos después de confirmar el retorno de la niña, quien no figuraba en la lista oficial de migrantes repatriados.
Maikelys Espinoza había sido separada de su madre, durante una acción de deportación compulsiva ejecutada por autoridades de los Estados Unidos.
El vicepresidente Sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz, Diosdado Cabello Rondón, anunció el rescate de la niña Maikelys Espinoza, secuestrada por el Gobierno de los Estados Unidos.
— Con el Mazo Dando (@ConElMazoDando) May 14, 2025
“Esto ha sido una batalla librada con la sabiduría y experiencia del presidente… pic.twitter.com/WmfXsNuM6U
La llegada de Maikelys Espinoza se produce a pocas horas de que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, criticara al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, por su silencio, al que calificó de "cómplice y cobarde" en relación con el secuestro de la menor de dos años.
“Hay una causa que nos toca el corazón, la causa de la niña Maikelys (Espinoza), secuestrada y separada de su madre por el Gobierno de los Estados Unidos de América”, expresó Maduro este martes.
Desde el 28 de abril, la Cancillería venezolana ha denunciado ante el mundo el secuestro de Maikelys Antonella Espinoza Bernal, una niña de dos años, por parte de las autoridades estadounidenses. La menor fue separada de su madre cuando ella iniciaba un vuelo de repatriación hacia Venezuela.
Desde el pasado miércoles, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, exigió la liberación de la niña de dos años secuestrada por EE. UU. y separada de su madre, ciudadana venezolana.
De ahí que indicara que la Gran Marcha por el Día del Trabajador y la Trabajadora tuviera como propósito alzar “una sola voz por la libertad y la devolución de esta pequeña”, y por los “252 compatriotas que están secuestrados en El Salvador”.
La víspera, Yorely Bernal, madre de la bebé, participó en la movilización, haciendo un llamado a sus compatriotas a luchar hasta el final.
“Hasta que llegue la niña, luchemos como el pueblo unido que siempre hemos sido”, instó. Junto a la ciudadana venezolana, el mandatario respaldó sus exigencias y responsabilizó a la derecha fascista venezolana por lo que pudiera sucederle a la niña.
Gestiones legales vs. extorsión
“Maikelys es uno de los miles de casos de hijos de latinoamericanos que están secuestrados en EE. UU. Es un caso grave, muy grave, y nosotros estamos actuando. Defensores de derechos humanos están interviniendo en la justicia de EE. UU. Ojalá la justicia dicte una medida para devolver a esta niña secuestrada a los brazos de su madre”, afirmó el presidente venezolano.
Este Primero de Mayo, la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, informó que el presidente había dado instrucciones a las autoridades para ejercer la defensa en todos los espacios posibles.
“Hemos estado en contacto con bufetes internacionales para ejercer la defensa y lograr que la niña regrese”, aseguró la mandataria, calificando el hecho como una salvajada.
Por otro lado, el vicepresidente sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, denunció que la mafia de la derecha fascista intentó extorsionar a los padres de la bebé, exigiéndoles una suma de 3.000 dólares para su devolución.
Desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, sus políticas xenofóbicas hacia los migrantes han generado deportaciones masivas hacia cárceles en Guantánamo, Cuba, y en El Salvador. Asimismo, han sido enviados hacia México o sus países de origen, en flagrante violación del derecho internacional.
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