• Los vicecancilleres de Irán y Rusia, Husein Amirabdolahian (izqda) y Mijail Bogdanov (decha).
Publicada: sábado, 20 de junio de 2015 1:05

La República Islámica de Irán y Rusia han insistido este viernes en el cese inmediato de los ataques de Arabia Saudí contra Yemen.

Durante una conversación telefónica, el vicecanciller iraní para Asuntos Árabes y Africanos, Husein Amir Abdolahian, y su homólogo ruso, Mijail Bogdanov, han abordado los recientes avatares en la región de Oriente Medio, en particular la crisis en Siria, Yemen y Libia.

Para ambas autoridades, Teherán y Moscú comparten una misma postura frente a los acontecimientos regionales y en lo relacionado a la lucha antiterrorista.

Además de manifestar su apoyo a la conferencia de Ginebra (Suiza) sobre Yemen, han pedido el cese inmediato de la agresión saudí en ese país, el establecimiento del alto el fuego y el envío de ayuda humanitaria a todo el territorio yemení.

Una unidad de artillería saudí bombardeando Yemen.

 

A su juicio, la vía diplomática, el dialogo sin precondiciones y la observación de los resultados de los diálogos nacionales yemeníes son muy importantes a la hora de solventar la crisis en ese país, de hecho, han pedido un papel más activo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para ayudar a los yemeníes a zanjar el conflicto por el que están pasando.

En otra parte de su conversación, Amir Abdolahian y Bogdanov han hecho énfasis en la necesidad de adoptar medidas eficientes a nivel internacional para combatir el flagelo del terrorismo y ayudar a que la región de Oriente Medio salga del caos lo más pronto posible.

Arabia Saudí no para de bombardear distintas partes de Yemen desde el pasado 26 de marzo y dirige un gran número de sus ofensivas contra las infraestructuras de su vecino sureño, con el fin de obstaculizar la llegada de ayuda humanitaria al país árabe más pobre del mundo.

Cuerpos de civiles yemeníes, asesinados en un bombardeo saudí.

 

Según las Naciones Unidas, la agresión militar a Yemen ha provocado la muerte de al menos 1000 civiles. Mientras tanto, algunas organizaciones pro derechos humanos aseguran que los ataques han dejado más de 4000 víctimas.

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