“Las diferencias entre estos dos países podrían debilitar a los musulmanes y servir finalmente a los sionistas y a los enemigos del Islam”, subrayó el martes el presidente del Consejo del Discernimiento de Sistema de la República Islámica, Ali Akbar Hashemi Rafsanyani. Adujo que si, por el contrario, cooperan, elevarían el lugar del mundo islámico en los círculos internacionales.
“Las diferencias entre estos dos países podrían debilitar a los musulmanes y servir finalmente a los sionistas y a los enemigos del Islam”, subrayó el presidente del Consejo del Discernimiento de Sistema de la República Islámica, Ali Akbar Hashemi Rafsanyani.
Lamentó, a su vez, el fracaso de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) en la XIII Cumbre del organismo que se celebró los días 14 y 15 de abril en la ciudad turca de Estambul, pues no cumplió con “su objetivo, es decir, reforzar la unidad del mundo del Islam y resolver las posibles discrepancias existentes” .
La República Islámica de Irán, además, denunció la declaración final de la XIII Cumbre de la OCI por incluir cuatro apartados contra Irán —propuestos por Arabia Saudí—, donde se acusa a Teherán, entre otras cosas, de apoyar el terrorismo y de interferir en los asuntos internos de los Estados árabes de la región, incluidos Siria y Yemen.
Teherán, por lo dicho, acusó a la OCI de parcialidad y a Riad del uso instrumental del organismo para alcanzar sus nefastos objetivos.
Irán y Arabia Saudí, divididos por algunos asuntos regionales, viven momentos de gran tensión, sobre todo desde que Riad anunciara a principios de año la ruptura de lazos con Teherán, pretextando las enérgicas críticas del país persa por la ejecución por Riad del líder opositor chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr y el asalto a sus sedes diplomáticas en Irán.
La monarquía saudí lanzó entonces una campaña antiraní, incitando a sus aliados árabes a seguir el mismo ejemplo. En esa misma línea, Yibuti, Baréin y Sudán cortaron sus lazos con Irán. Kuwait retiró a su embajador en Teherán y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) disminuyeron sus relaciones diplomáticas con Teherán. Catar retiró a su embajador y Jordania llamó el lunes a consultas a su embajador en el país persa.
Declarar ‘terrorista’ a Hezbolá, un plan preconcebido
El ayatolá Hashemi Rafsanyani deploró, además, la decisión de los Estados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG-integrado por países árabes ribereños del Golfo Pérsico) de incluir al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) en una lista de organizaciones terroristas, y advirtió de que ese “plan preconcebido” solo fortalece a Israel.
"Equipando a los sionistas con armas más sofisticadas, tratan de romper los lazos entre los chiíes iraníes y los libaneses y materializar sus planes diabólicos con mayor facilidad", dijo.
El pasado 11 de marzo, los ministros de Exteriores de la Liga Árabe (LA) durante una reunión en El Cairo, capital egipcia, declararon terrorista a Hezbolá, una iniciativa que reprobaron, entre otros países, El Líbano e Irak.
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