• La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Marzie Afjam
Publicada: miércoles, 25 de febrero de 2015 14:57
Actualizada: martes, 19 de julio de 2016 4:42

La República Islámica de Irán ha tachado de un juego de culpas las recientes declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, sobre presuntas intervenciones del país persa en Yemen.

Las declaraciones de Kerry sobre el supuesto apoyo de Irán en la caída del Gobierno yemení forman parte de un juego de culpas y contradicen los comentarios anteriores de las autoridades políticas de EE.UU.

"Las declaraciones de Kerry sobre el supuesto apoyo de Irán en la caída del Gobierno yemení forman parte de un juego de culpas y contradicen los comentarios anteriores de las autoridades políticas de EE.UU.", ha resaltado la portavoz de la Cancillería iraní, Marzie Afjam.

Afjam ha puesto hincapié en que, según las políticas de Irán, son los pueblos los que deben decidir su futuro.

"Todas las partes deben permitir que la nación yemení determine el destino del país. Todos los mecanismos deben ceñirse a la voluntad y las demandas del pueblo", ha asegurado.

En este sentido, ha advertido de que cualquier intervención extranjera en el curso de los acontecimientos políticos en Yemen complicaría la situación y obstruiría el logro de la estabilidad política en el país árabe.

En un discurso ante los congresistas estadounidenses, Kerry alegó el martes que el Gobierno iraní "ha contribuido" a la toma del poder del movimiento popular Ansarolá en Yemen.

Todas las partes deben permitir que la nación yemení determine el destino del país. Todos los mecanismos deben ceñirse a la voluntad y las demandas del pueblo.

EE.UU. y sus aliados occidentales y regionales, en particular Arabia Saudí, acusan a Ansarolá de intento de golpe de Estado, mientras la mayoría de las facciones políticas, acordaron el 6 de febrero la formación de un Consejo Presidencial para dirigir el país de forma transitoria en los próximos años y llenar el vacío del poder.

Los combatientes de Ansarolá se hicieron el pasado mes de septiembre con el control de la capital del país, Saná, para pedir reformas políticas y forzar la creación de un nuevo ejecutivo conforme a las demandas del pueblo y en este sentido firmaron un acuerdo con el Gobierno, bajo los auspicios de las Naciones Unidas.

La situación política en Yemen se agravó el día 22 de enero tras la dimisión del presidente y primer ministro, Abdu Rabu Mansur Hadi y Jaled Bahah, respectivamente, y luego la huida de Hadi de Saná a la ciudad sureña de Adén.

En Adén, Hadi, aliado de Estados Unidos y algunos países árabes, emitió un comunicado insistiendo en su polémica decisión, apoyada por países árabes del Golfo Pérsico, de dividir el país en un Estado federal conformado por seis regiones.

Ansarolá rechaza la iniciativa de federalizar Yemen, pues considera que es un complot para desintegrar el país, además de violar el acuerdo suscrito en septiembre con el Gobierno.

El movimiento revolucionario Ansarolá jugó un rol crucial en la revolución que acabó con la dictadura de Ali Abdolá Saleh en 2011 y actualmente es el principal desafío para el grupo terrorista Al-Qaeda en el país árabe.

rba/ctl/nal