“Aunque el caso sigue siendo investigado, existen evidencias que demuestran que el enemigo ha estado involucrado en ese incidente y ha utilizado a algunas personas ingenuas para conseguir sus metas”, ha subrayado este domingo el portavoz del Poder Judicial de Irán, Qolam Husein Mohseni Eyei.
Aunque el caso sigue siendo investigado, existen evidencias que demuestran que el enemigo ha estado involucrado en ese incidente y ha utilizado a algunas personas ingenuas para conseguir sus metas”, subraya el portavoz del Poder Judicial de Irán, Qolam-Husein Mohseni Eyei.
Arabia Saudí interrumpió el pasado 3 de enero sus relaciones diplomáticas (y más tarde comerciales) con Irán, pretextando las críticas de Teherán por la ejecución de la destacada figura de la oposición saudí, el clérigo chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr, e incidentes ocurridos en protestas frente a su embajada en Teherán, capital iraní, y su consulado en Mashad, en el noreste del país persa.
El funcionario persa que hablaba con periodistas en una rueda de prensa en Teherán, ha precisado que algunos de los manifestantes (entre 200 personas) no tenían intención criminal y simplemente se habían reunidos frente a las sedes diplomáticas saudíes para mostrar su fuerte indignación por la ejecución de Al-Nimr.
No obstante, hay grupos, ha agregado Eyei, que se sospecha de que “han irrumpido en la embajada saudí con la intención de provocar incendios y causar daños al edificio o han tenido el enemigo infiltrado entre ellos”.
Ha informado de la detención de alrededor de 100 personas en relación con el asalto a las misiones diplomáticas saudíes en Teherán y Mashad, aunque ha señalado que varias de ellas han sido puestas en libertad.
Eyei ha lamentado la mala conducta de Riad por el incidente, pese a que fue rápidamente condenado y seriamente perseguido por todos los funcionarios iraníes.
La determinación saudí de romper los lazos diplomáticos y comerciales con Irán ha sido considerada una medida "apresurada" por las autoridades persas. Al respecto, el presidente iraní, Hasan Rohani, indicó que Arabia Saudí, con esta política, no puede encubrir sus crímenes, como la reciente ejecución del líder religioso Al-Nimr.
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