Los congregantes han coreado consignas como “Muerte a Al Saud” (familia que rige Arabia Saudí), “Muerte a EE.UU.” y “Muerte a Israel”, y han incendiado las banderas de Estados Unidos e Israel.
Los manifestantes han considerado la ejecución de Al-Nimr una orden de los servicios de Inteligencia de Washington y el régimen de Tel Aviv, al mismo tiempo que han asegurado que los crímenes de Al Saud están en contra de todas las religiones divinas.
La noticia de la ejecución de Al-Nimr y las otras 46 personas ha provocado duras críticas a nivel internacional, también ha causado que se lleven a cabo decenas de manifestaciones tanto en Arabia Saudí como en diferentes puntos del mundo.
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