Con más de 100 mil contagiados del nuevo coronavirus (COVID-19), la demanda en Perú por medicamentos que combaten esta enfermedad ha aumentado a niveles inimaginables. Las medicinas genéricas se han agotado en muchas farmacias y sólo se ofrecen las de marca cuyo precio se ha incrementado hasta en 400 %. El Ejecutivo publicó un decreto de urgencia con distintas medidas para combatir el problema.
Sin embargo, la nueva normativa sería sólo un saludo a la bandera pues contiene varios vacíos legales que no permitirían una correcta fiscalización a las empresas encargadas de la venta de medicinas.
Para Crisólogo Cáceres, el presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC), este decreto no resuelve el problema de accesibilidad para la población.
La norma también autoriza a los laboratorios a vender estas medicinas directamente a los usuarios. Sin embargo, esta medida no soluciona dos problemas; la escasez de insumos para la elaboración de los fármacos y que los laboratorios no cuentan ni con infraestructura ni con la logística para ofrecer sus productos al público.
Los consumidores continúan denunciando que los precios no han disminuido. El paracetamol, la dexametasona, la prednisolona, la hidroxicloroquina, entre otras, continúan siendo inaccesibles para millones de peruanos que han visto reducidos sus ingresos debido a la paralización de la economía.
La azitromicina. por ejemplo, pasó de costar un sol treinta la pastilla, es decir casi cincuenta centavos de dólar, a 10 soles que equivale a 3 dólares.
La verdadera solución al problema sería que el estado garantice el stock de estas medicinas en los establecimientos públicos, lo que no está ocurriendo según familiares de los pacientes con COVID-19.
Aaron Rodríguez, Lima.
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