En un breve comunicado, la Cartera ha anunciado este martes que hasta la fecha se han confirmado 453 muertos por hambre y desnutrición, especificando que la cifra, 35 eran niños.
El conteo incluye solo las víctimas registradas desde agosto, cuando la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC) de la ONU designó el norte de la Franja de Gaza como una zona de hambruna.
La nota denuncia que el “agravamiento de la crisis de escasez de medicamentos y suministros médicos” ha creado “desafíos catastróficos” para el personal médico y pone de relieve que “la intransigencia de la ocupación a la hora de obstruir la entrega de suministros médicos de emergencia a los hospitales complica aún más la situación de pacientes y heridos”.
El comunicado ha pedido al régimen israelí y las organizaciones internacionales “tomar medidas urgentes para garantizar el acceso seguro a los suministros médicos y evitar el colapso de los servicios” en el asediado enclave costero.
La ofensiva israelí contra la Franja ha dejado hasta la fecha al menos de 66 055 palestinos muertos y más de 168 346 heridos, según anunció el lunes la Cartera de Salud, en medio de las críticas internacionales sobre las acciones del Ejército de Israel en el enclave, especialmente en torno al bloqueo a la entrega de ayuda humanitaria.
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