• Palestinos hacen fila para recibir alimentos en el campo de refugiados de Yabalia, Gaza, 17 de mayo de 2025. (Foto: Anadolu)
Publicada: martes, 5 de agosto de 2025 19:08

Un grupo de 25 relatores y expertos de la ONU exige el desmantelamiento inmediato de la llamada Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), impulsada por Israel y EE.UU.

Un grupo de 25 relatores y expertos de la ONU ha expresado este martes su profunda preocupación por las operaciones de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), creada en febrero con el respaldo de la Administración del presidente estadounidense Donald Trump y el régimen israelí. Señalan que esta fundación desvía la ayuda humanitaria hacia agendas militares y geopolíticas encubiertas.

“El GHF es un ejemplo profundamente preocupante de cómo la ayuda humanitaria puede ser explotada para agendas militares y geopolíticas ocultas, en grave violación del derecho internacional”, afirmaron los relatores en un comunicado conjunto.

El documento ha destacado la conexión entre los servicios de inteligencia israelíes, contratistas estadounidenses y entidades no gubernamentales de carácter ambiguo, lo que “subraya la urgente necesidad de una supervisión internacional rigurosa y acciones bajo los auspicios de la ONU”.

“La credibilidad y eficacia de la asistencia humanitaria deben restaurarse mediante el desmantelamiento del GHF, exigiendo responsabilidades a la organización y sus ejecutivos, y permitiendo que actores humanitarios experimentados —tanto de la ONU como de la sociedad civil— retomen la gestión y distribución de la ayuda vital”, concluye la nota.

 

 

Los expertos han exigido además a los Estados miembros de la ONU imponer “un embargo total” de armas a Israel, debido a sus múltiples violaciones del derecho internacional, así como la suspensión de los acuerdos comerciales que perjudiquen a los palestinos y la responsabilización de las corporaciones implicadas.

Esta organización privada comenzó a distribuir alimentos en la Franja de Gaza en mayo, cuando Israel levantó parcialmente un bloqueo humanitario de más de dos meses que había agravado la escasez en el territorio palestino. El comunicado subraya que calificar esta ayuda como ‘humanitaria’ refuerza el “camuflaje humanitario de Israel” y constituye un “insulto a los principios y estándares humanitarios internacionales”.

Desde el 2 de marzo, las fuerzas israelíes han impedido la entrada de ayuda humanitaria a Gaza. El 18 de marzo, rompieron un alto el fuego temporal y reanudaron una campaña ampliamente descrita como genocida, con el respaldo político y militar de Estados Unidos.

Grupos de derechos humanos denuncian que el régimen israelí ha empleado la hambruna y la escasez de alimentos como armas de castigo colectivo contra la población de la Franja de Gaza.

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