La Nakba (catástrofe, en árabe) fue un acto deliberado y sistemático llevado a cabo para crear el régimen sionista en la Palestina histórica, que era significativamente árabe palestina antes de 1948.
El día de la catástrofe se puede comprender a través de testimonios y documentos, incluso fotografías de palestinos obligados a huir, a la diáspora. La Nakba fue un acto deliberado: bombardeos israelíes para desalojar a los palestinos, soldados a punta de bayoneta, tortura psicológica de radio y con folletos.
Unos 530 pueblos y aldeas palestinos fueron destruidos para que no pudieran volver, y las casas que quedaron fueron ocupadas por israelíes; según el fondo nacional judío, ahora son tierra perpetua del pueblo judío, así lo llama el nacional sionismo.
Regados en países como Jordania, Egipto, Líbano, Siria, con llave en mano como símbolo de esperanza, muchos en tierras que no son suyas y muchos sin derechos civiles.
La expulsión de entre 750,000 y 1,000,000 personas, así como la destrucción de entre 400 y 600 poblaciones, constituyó una estrategia táctica para revertir la narrativa histórica: de ser victimarios a presentarse como víctimas, y de partir de la nada a obtenerlo todo.
Hubo muchos cómplices en este proceso, incluyendo al Reino Unido, Europa, Estados Unidos y la ONU. Las Naciones Unidas respaldaron este proyecto el 29 de noviembre de 1947 con su Resolución 181 (II), que estableció un Plan de Partición que creaba el estado de Israel en áreas habitadas por palestinos.
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