El régimen de Tel Aviv está tratando de instalar el ex primer ministro británico Tony Blair como “coordinador humanitario” con el deseo de mejorar la situación dentro del enclave costero y reducir la presión internacional, mientras que continúa su guerra contra el Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), según informó el domingo el medio israelí Times of Israel.
Por su parte, otro medio israelí Ynet detalló que el gabinete del premier israelí, Benjamín Netanyahu, espera “aprovechar de la experiencia de Blair como exenviado del grupo cuadrilátero internacional en Asia Occidental para moderar las preocupaciones internacionales sobre el costo civil de las masacres de Israel en Gaza”.
El informe indicó que se ha contactado a Blair sobre el asunto y que se han llevado a cabo conversaciones en las últimas semanas. La oficina del exlíder británico respondió a Ynet que “no se le ha dado ni ofrecido un puesto”, pero no negó directamente contacto alguno.
De igual modo, Ynet dijo que la definición exacta, el alcance y la autoridad del papel propuesto aún no estaban claramente definidos, pero estiman que debe centrarse en proporcionar tratamiento médico y medicamentos a los necesitados, y gestionar la evacuación de heridos y enfermos de la zona en conflicto.
El Times of Israel informó que el ministerio de asuntos militares y el ejército israelí también se dieron cuenta de que, para ganar más tiempo para la guerra contra la Resistencia palestina, es necesario que “la operación de Israel en Gaza fuera vista como legítima, y esta legitimidad es condicionado a la mejora de la situación humanitaria en la zona”.
Desde el estallido del conflicto palestino-israelí, varios países y las organizaciones internacionales en reiteradas ocasiones han condenado los bombardeos indiscriminados del régimen sionista contra los civiles palestinos, que han asesinado más de 11 240 personas, incluidos 4630 niños y 3130 mujeres.
Además, el régimen de Tel Aviv ha impuesto un asedio total a Gaza, cortando el suministro de agua, alimentos, electricidad y combustible a la ciudad, sumiendo al enclave costero palestino en una crisis humanitaria.
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