Amir Ahmed Jalifa, de 27 años, ha recibido este jueves disparos en la cabeza y en la espalda después de que las fuerzas israelíes irrumpieran en la aldea de Zawata, al oeste de Nablus.
El joven fue trasladado al hospital, donde fue declarado muerto más tarde.
BREAKING: The 24-year-old Palestinian youth Amir Ahmed Khalifa, from Ein Beit El Ma Camp, succumbed to injuries sustained by Israeli occupation forces while storming the Zawata town, west of Nablus. pic.twitter.com/gDXUQb8l3n
— V PALESTINE 🇵🇸 (@V_Palestine20) August 10, 2023
Jalifa, un residente del campo de refugiados de Ein Beit al-Ma, era un miembro de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, rama militar del Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah), según ha anunciado el grupo palestino en un comunicado.
En declaraciones a la agencia de noticias AFP, un miembro de la familia que pidió el anonimato por razones de seguridad, ha dicho que Jalifa era “buscado por las fuerzas israelíes durante dos años y se había negado a rendirse”.
Por su parte, un hermano de la víctima ha dicho a los medios que los militares israelíes mataron en una emboscada a Jalifa, quien participó en el pasado en varias operaciones de represalia contra las fuerzas israelíes.
El asesinato de Jalifa eleva a 219 el número de las víctimas palestinos de las agresiones y actos de violencia israelíes contra la Franja de Gaza y la Cisjordania ocupada en lo que va de año, según informan fuentes oficiales palestinas, y las Naciones Unidas advierten que 2023 está en camino de ser el año más mortífero para los palestinos desde que comenzó a registrar muertes.
El ejército israelí lleva a cabo incursiones de madrugada o en plena noche en los campos de refugiados o urbes palestinas de Cisjordania ocupada y Al-Quds con el pretexto de detener a lo que llama palestinos “buscados”.
Los violentos ataques provocan fuertes enfrentamientos con los palestinos locales. Como resultado de estos ataques, decenas de palestinos han perdido la vida y muchos otros han sido arrestados.
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