• Una vista del asentamiento ilegal israelí de Alon en el desierto de Judea, al este de Al-Quds (Jerusalén), 2 de diciembre de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: viernes, 1 de enero de 2021 3:16

HAMAS condena los intentos de Israel por judaizar la ciudad ocupada Al-Quds (Jerusalén), asegurando que tales actos están condenados al fracaso.

A través de un comunicado publicado el jueves, el Movimiento de la Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) condenó el nuevo proyecto ferroviario que el régimen israelí ha arrancado para conectar el sector occidental de la ciudad santa de Al-Quds con sus asentamientos ilegales ubicados en otras áreas en el territorio palestino ocupado.

El plan ferroviario de Al-Quds es “un nuevo proyecto colonial que forma parte de los proyectos de judaización de los colonos”, aseveró el movimiento palestino.

La nota manifestó que el proyecto es indicativo de la determinación de Israel de seguir adelante con sus planes de judaización.

También tiene como objetivo imponer la soberanía israelí total sobre Al-Quds, separarlo de la Cisjordania ocupada y cambiar sus características históricas, árabes e islámicas, como se planteó en el acuerdo del siglo [del presidente estadounidense Donald] Trump”, agregó.

 

HAMAS atribuyó el aumento de las actividades de asentamiento en Al-Quds ocupado a los acuerdos de normalización entre algunos países árabes e Israel, y enfatizó que tales acuerdos han envalentonado al régimen israelí para anexar más tierras palestinas.

El movimiento de la Resistencia palestina también pidió a los líderes árabes y musulmanes que adopten una posición seria contra estos proyectos de asentamientos israelíes y que apoyen la firmeza de los residentes palestinos de la ciudad por todos los medios posibles.

“Exigimos que la comunidad internacional y la Unión Europea (UE) presionen a la ocupación israelí para que detenga sus proyectos coloniales en Al-Quds que son ilegales según el derecho internacional”, señaló.

Varias Organizaciones No Gubernamental (ONG) y organizaciones defensoras de los derechos humanos, como Amnistía Internacional (AI), denunciaron que la obra consolida la ocupación de Palestina por parte de Israel, al conectar asentamientos israelíes con Al-Quds. La construcción de la línea supondrá también la incautación forzosa de tierras palestinas y, en su caso, la expulsión de sus residentes.

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