“El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) se negó a negociar con el Gobierno de Estados Unidos sobre el acuerdo del siglo, porque Washington estaba tratando de abusar de las conversaciones para amenazar a los líderes de la Organización de Liberación de Palestina (OLP), provocando divisiones entre los grupos palestinos”, ha afirmado este sábado el jefe adjunto de la Oficina Política del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Saleh al-Aruri.
El polémico “acuerdo del siglo” de EE.UU., desvelado el pasado 28 de enero por el presidente estadounidense, Donald Trump, es una iniciativa que ignora todos los derechos de los palestinos, con disposiciones como que la ciudad palestina de Al-Quds pasará a convertirse en la “capital indivisible” de Israel. Además, reconoce la soberanía de, régimen de Israel sobre el Valle del Jordán y los asentamientos ilegales en la ocupada Cisjordania y exige un Estado palestino desmilitarizado, entre otras concesiones ofrecidas por Washington a su aliado israelí.
El jefe adjunto de HAMAS insiste al respecto que la única respuesta que se puede dar a la conspiración del llamado ‘acuerdo del siglo’ y a las ofertas destinadas a la eliminación de la causa palestina es una participación a nivel nacional.
Sus comentarios han tenido lugar días después de que Israel informara de la aprobación del proyecto de construcción de 2166 viviendas ilegales en Cisjordania, a menos de un mes de que Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin firmaran acuerdos para normalizar sus relaciones con el régimen de Tel Aviv, que, a cambio, suspuestamente aceptó suspender sus planes de anexarse partes de Cisjordania.
Conforme a las declaraciones de Al-Aruri, el régimen ocupante israelí ha elaborado una hoja de ruta para acabar definitivamente con la causa palestina, y el plan está siendo implementado por el Gobierno de Estados Unidos y sus aliados en la región.
Desoyendo las críticas de la comunidad internacional, en los últimos meses los funcionarios israelíes han acelerado el proceso de construcción y ampliación de colonias en Cisjordania, consideradas ilegales por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la mayoría de los países del mundo.
Las autoridades palestinas tachan de saqueo de sus tierras los planes israelíes para ampliar las colonias, pues, denuncian, son un claro ejemplo de las violaciones sistemáticas del derecho y las resoluciones internacionales por parte de Israel, con la luz verde del Gobierno estadounidense.
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