El presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó el jueves sanciones contra cualquier funcionario de la CPI con sede en La Haya (Países Bajos) que procese a militares estadounidenses, en un momento que el tribunal investiga crímenes de guerra cometidos por tropas de EE.UU. en Afganistán.
En diciembre, la fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, anunció además que quería abrir una investigación sobre “crímenes de guerra” de Israel en los territorios palestinos, lo que enfureció tanto a EE.UU., como al régimen israelí. Bensouda anunció el lunes que las pesquisas se llevarán a cabo pese a las advertencias de Washington o su aliado israelí.
El portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Hazem Qasem, denunció el jueves por la noche los embargos estadounidenses contra la CPI, y dijo que ello refleja la “lógica intimidatoria” del Gobierno de Trump.
Los embargos, según el vocero palestino, animan a Israel a cometer más crímenes contra el pueblo palestino y más violaciones del derecho internacional. “El objetivo de las sanciones es apoyar a los líderes del régimen de ocupación, implicados en crímenes de guerra, y animarlos a cometer más crímenes contra nuestro pueblo y más violaciones del derecho internacional y de derechos humanos”, dijo.
El movimiento Yihad Islámica Palestina, por su parte, advirtió que EE.UU. intenta encubrir los crímenes de Israel contra el pueblo palestino, imponiendo sanciones a la CPI.
Muy satisfecho con los embargos estadounidenses, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, saludó el jueves la decisión de Trump, antes de acusar a la Corte de La Haya de estar “politizada”. “Su obsesión es llevar a cabo una caza de brujas contra Israel y Estados Unidos, así como contra otras democracias que respetan los derechos humanos”, afirmó Bibi, apodo de Netanyahu, refiriéndose al tribunal.
Los palestinos han presentado demandas contra Israel ante La Haya para que sea juzgado y pague por los crímenes de guerra o contra la humanidad cometidos contra los palestinos en los territorios ocupados, además, por apropiarse ilegalmente de sus tierras, demoler sus casas y practicar polémicas e ilegales detenciones arbitrarias.
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