El Comité de Apoyo a los Periodistas (JSC, por sus siglas en inglés) ha emitido este miércoles un comunicado en el que señala el alto número de lesiones, a las que considera “impactantes para cualquiera que defienda la libertad de prensa”.
El JSC, una organización sin fines de lucro integrada por escritores y periodistas árabes, ha detallado que el alcance de estas lesiones sufridas por los informadores varía de “moderado” a “letal”.
De acuerdo con el citado comité, al menos dos reporteros fueron asesinados por disparos realizados por las fuerzas del régimen de Israel, mientras que a un tercero se le tuvo que amputar una extremidad.
El Comité de Apoyo a los Periodistas ha añadido, asimismo, que otros 40 periodistas fueron atacados directamente con gases lacrimógenos del ejército israelí, “causándoles quemaduras graves y fracturas de huesos”.
Los ataques deliberados contra los periodistas representan una amenaza real para sus vidas (…) Estas violaciones impiden que los periodistas cumplan con su responsabilidad profesional de cubrir las manifestaciones pacíficas en curso”, señala el Comité de Apoyo a los Periodistas (JSC, por sus siglas en inglés) en relación con los ataques de las fuerzas israelíes contra los periodistas en la Franja de Gaza.
Mientras tanto, al menos 110 periodistas se vieron afectados por los gases lacrimógenos, informa el comunicado, al agregar que al menos seis vehículos de la prensa habían sido blanco de las bombas de gas disparadas por las tropas israelíes.
“Los ataques deliberados contra los periodistas representan una amenaza real para sus vidas (…) Estas violaciones impiden que los periodistas cumplan con su responsabilidad profesional de cubrir las manifestaciones pacíficas en curso”, denuncia la nota.
Unos 140 palestinos han perdido la vida y más de 15 200 han resultado heridos en Gaza como consecuencia de los ataques de las fuerzas del régimen de Israel desde el 30 de marzo.
A partir de esta fecha, comenzó una nueva ola de protestas contra el régimen de Tel Aviv, bautizada como la Gran Marcha del Retorno, en demanda del “derecho al retorno” de los refugiados palestinos a sus hogares y aldeas en la Palestina histórica, de la cual se han visto obligados a retirarse desde 1948.
Los manifestantes exigen también el fin del bloqueo israelo-egipcio de 11 años de la Franja de Gaza, que ha destruido la economía del enclave costero y privado a sus dos millones de habitantes de muchos productos básicos.
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