“Quiero felicitar a la profesora Hanane al-Horub por haber ganado ese prestigioso premio, debido a la importancia que otorga al juego en la educación de los niños”, así declaró el domingo el papa Francisco ante el reconocimiento otorgado a la maestra palestina.
Por medio de un video emitido en el Palma Hotel Atlantis en Dubái (los Emiratos Árabes Unidos), el papa recordó que “el niño tiene derecho a jugar. Una parte de la educación consiste en enseñarle cómo jugar para que aprenda jugando”.
Quiero felicitar a la profesora Hanane al-Horub por haber ganado ese prestigioso premio, debido a la importancia que otorga al juego en la educación de los niños”, declaró el papa Francisco.
Al-Horub, crecida en un campo de refugiados palestino, inició su trabajo como maestra de primaria en la ciudad de Al-Bireh, en la ocupada Cisjordania, después de que sus hijos quedaran profundamente traumatizados por un tiroteo que presenciaron en camino a casa desde la escuela.
Las experiencias en reuniones y consultas para analizar el comportamiento de sus hijos, el desarrollo y el rendimiento académico en los años que siguieron, dieron lugar a la decisión de Al-Horub de ayudar a los otros niños en estados similares.
El método de esta maestra palestina, detallada en su libro “Jugamos y aprendemos”, consiste en juegos para resolver la violencia y la tensión y gracias a sus esfuerzos se ha registrado una notable disminución de comportamientos violentos en las escuelas.
“Estoy orgullosa de ser una profesora y mujer palestina y de estar aquí (…) Acepto el galardón como una victoria para todos los profesores en general y para los profesores palestinos en particular”, pronunció Al-Horub al recibir el premio.
Asimismo, destacó el papel de los profesores en dar una moral y unos valores a los jóvenes “para asegurar un mundo más justo, más bello y más libre”.
El Premio Global de la Docencia, considerado el “Nobel de los profesores”, es otorgado anualmente por la Fundación Varkey y dotado con un millón de dólares.
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