Por Pablo Jofré Leal
Un encuentro, el número 25 de su corta pero fructífera historia, que ha despertado enorme interés y grandes expectativas, sobre todo para el denominado Sur Global (1) en el sentido de marcar un derrotero claro, concreto y firme que permita ultimar al agonizante pero siempre peligroso poder hegemónico y arrogante occidental, impuesto a partir del año 1991 tras el descalabro de la ex Unión Soviética.
Un camino que nos debe conducir, inexorablemente a un Nuevo Orden Mundial, donde el tema de la gobernanza mundial adquiere importancia primordial. Esto, a mi parecer, no para conformar una autoridad única omniabarcante, arbitraria, que se mueva al compás del inquilino de turno en la Casa Blanca, sino que, construir un mundo distinto, en el marco de relaciones amistosas, transversales y democráticas.
Hablo de un sistema mundial amplio y efectivamente multilateral, de coherencias e interacciones entre los distintos actores de la sociedad mundial, alejado de imposiciones, presiones, mecanismos sancionatorios ilegales que observamos día a día con impotencia por una parte y anhelos de romper con ese modelo, de una vez por todas.
Doy cuenta de las ansias de avanzar en la construcción de un mundo, donde no existan derecho a vetos paralizantes, ni políticas de chantajes, sancionatorias o donde el poder de las armas define el rumbo a seguir. Este objetivo, no es una utopía, no es una quimera a la cual aferrarse como la última tabla de salvación de tras un naufragio en medio del Océano Pacífico. Es algo perfectamente realizable, es una necesidad para la sobrevivencia del planeta y lógicamente aquellos que la poblamos.
En Tainjin, China, entre el 31 de agosto y el 1 de septiembre de este 2025, se llevó a cabo la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en la ciudad china de Tianjin. Un encuentro dodne se hicieron presente 26 Estados entre países miembros, como es el caso de China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, India, Pakistán, Irán y Bielorrusia. Además de los denominados socios de diálogo, entre los que se cuentan Turquía, Arabia Saudí, Egipto, Indonesia y Myanmar. Participaron, además, como invitados diplomáticos el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres y el de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), Kao Kim Hourn, parte de los 10 organismos internacionales invitados.
La unión de los países del Sur Global, a través de la OCS, es el hecho más importante en materia internacional en busca de una nueva forma de relacionarnos como países. De los cinco miembros originales el año 2001, cada vez más naciones buscan la membresía. El mundo entero observa con atención esta cumbre. Unos con esperanzas y otros dirigidos por gobiernos con mentalidad hegemónica y arrogante. Y, un hecho que no siendo parte de la OCS tuvo un signo de preciso de mensaje a occidente. Me refiero al desfile militar en Beijing para conmemorar los 80 años del triunfo sobre el nazismo y el militarismo japonés, que fue la guinda de la torta en abierto desafío al negacionismo occidental (2)
Los temas centrales de la cumbre fueron los temas que han animado a la OCS desde su fundación: la lucha contra el terrorismo, el extremismo y el separatismo, y la búsqueda de una mayor cooperación y unidad con Occidente. Gaza y el genocidio perpetrado por el régimen judío sionista israelí estuvo en la palestra, al igual que las críticas a las medidas coercitivas económicas de Occidente. Las políticas de máxima presión vividas, fundamentalmente por Rusia y la República Islámica de Irán.
Este último país, miembro ya de plenos derechos de la OCS fue representado por su presidente Masud Pezeshkian (acompañado por su canciller Seyed Abás Araqchi) donde sostuvo importantísimas reuniones bilaterales, de largas horas de duración, tanto con el presidente ruso Vladimir Putin como con el anfitrión, el mandatario chino Xi Jinping.
Reuniones amistosas donde se abordaron temas estratégicos y el fortalecimiento de los lazos en ámbitos de enorme importancia estratégica, tanto en el ámbito económico como de seguridad. A su llegada a Irán, el mandatario persa señaló a los medios de su país “que la implementación de los acuerdos alcanzados contribuirá a generar un panorama favorable para Irán en sectores clave” (3)
Consignando también que se firmó una carta conjunta para rechazar la aplicación del llamado mecanismo de Snapback por parte de la troika europea conformada por Francia, Gran Bretaña y Alemania. Siguiendo en estos las instrucciones de Washington quien, recordemos, se retiró del Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC) el año 2018. Mecanismo sancionatorio que reflota la aplicación de sanciones, violando todo compromiso, acuerdos y promesas efectuadas pro estos tres países europeos. Una medida que fue rechazada en el seno de la Cumbre de la OCS.
Igualmente se habló, en el contexto de una crisis de la ONU y en general sistema de gobernanza mundial se habló de trabajar por un camino nuevo en este campo. Como ha sucedido muchas veces, pero…en esta ocasión y sobre todo en el desfile militar del día 3 de septiembre en la capital china. Un poder real expresado en esos miles de soldados chinos y sus armas de última generación, las figuras políticas presentes, el sur global en pleno le dio otro cariz a esta Cumbre y las palabras pronunciadas por el discurso central de Xi Jinping.
Hablar de gobernanza mundial, requiere, primero, convenir y entendernos metodológicamente, que es referirse a la creación, a la fundación y no la recreación de un nuevo sistema de gobernanza pues el que hemos tenido a lo largo de 80 años agoniza tristemente. Ha llegado a su fin. Es evidente que no cumple su papel, su carta fundacional es estéril y no es capaz de poner freno alguno a agresiones, genocidios, ambiciones de hegemonía mundial. No sirve para contender con las dificultades y desafíos que nos demanda el mundo y sus sociedades. Jamás se ha aplicado su capítulo VII desde su artículo N° 39 al N°51 a aquellos países aliados y amigos del imperialismo y el sionismo. Siempre ha sido un arma arrojadiza contra aquellos signados como enemigo por occidente: Libia, Siria, Serbia, Irak, Yemen, Irán, entre otros.
Ese sistema de gobernanza mundial - surgido tras las cenizas de la Segunda Guerra Mundial – de reglas, normas, procesos y actores que se supone facilitarían la cooperación internacional y la toma de decisiones para abordar problemas globales que trascienden las fronteras nacionales, agoniza en el marco de la propia crisis del unilateralismo, el poder hegemónico y arrogante ejemplificado con Estados Unidos y su papel nefasto en el concierto internacional.
Un papel seguido servilmente por Europa y países como Australia, Canadá, Japón, Taiwán Corea del Sur y regímenes monárquicos como Arabia saudí, Marruecos, Emiratos Árabes Unidos y gobiernos dictatoriales como el de Egipto. Un grupo de regímenes que se resiste a morir y dar paso a nuevas formas de entender las relaciones internacionales. Y me refiero a temas vitales como el cambio climático o la economía global. Para Alfred Wu, profesor de la Escuela de Políticas Públicas Lee Kuan Yew de la Universidad Nacional de Singapur, Xi busca “proporcionar un orden mundial alternativo, porque el orden mundial liderado por Estados Unidos está en declive”.
A diferencia de un gobierno global unipolar, con un poder auto arrogado, centralizado incluso en lugares físicos como muestra de esa unipolaridad: la ONU en la ciudad de Nueva York. Sus organismos como la Corte Internacional de Justicia en la ciudad de Haya en los países bajos. La Agencia Internacional de Energía Atómica en Austria, en su capital Viena. La Organización Mundial de la Salud en Ginebra, Suiza al igual que la OIT. La UNESCO en Paris. La FAO en Roma. El FMI en Washington.
En ese contexto se fundó la OCS, el año 2001 convertida hoy en la entidad regional más grande del mundo en términos demográficos con un 48% de la población del planeta, el 32% de la superficie total de la tierra y con un PIB que se acerca al 30% del total mundial. Fundada en Shanghái en junio de 2001, la OCS ha pasado de tener seis miembros fundadores a convertirse en la organización regional más grande del mundo, con una cooperación que abarca más de 50 áreas y una producción económica combinada de casi 30 billones de dólares.
En Taijin en el discurso ante los jefes de Estado presente en la Cumbre de la OCS el presidente Xi Jing Pin señaló “Tal como reza un proverbio chino, donde prevalece la voluntad, no hay límites”. ¿Que tengamos bien presente la misión fundacional de la OCS, asumamos las responsabilidades y emprendamos acciones con ánimos más elevados y medidas más prácticas, a fin de promover a la OCS a desarrollarse de forma estable y duradera y avanzar a pasos sólidos hacia el futuro brillante de la construcción de la comunidad de futuro compartido de la humanidad” A qué objetivos se refería el presidente Xi Jinping?
- Fortalecimiento de la confianza mutua y de buena vecindad entre los países miembros
- La operación eficaz en materia política, comercial, económica, técnica, científica, cultural, así como de educación, energía, transporte, turismo, protección del medioambiente, entre otras esferas.
- En el marco ideológico se propone trabajar por la creación de un nuevo orden político y económico democrático, justo y racional.
- Una plataforma de relaciones y cooperación entre superpotencias y potencias emergentes que contiende contra la hegemonía occidental.
La pregunta que surge es ¿Cómo se digiere esta amalgama de ideas? Es en el discurso del presidente chino Xi Jinping el pasado 1 de septiembre el que nos permite dar luces y responder esta interrogante. Ese día el mandatario chino propuso la llamada la Iniciativa para la Gobernanza Global (4) Esto significa grosso modo un llamado, una convocatoria al conjunto de los países del planeta, a trabajar conjuntamente para crear un sistema de gobernanza global más justo y equitativo. Un llamado amplio, masivo, el que quiera que se suba a esta nave, los que no sentirán que la historia pasa su carro y a muchos los va a aplastar.
Las palabras exactas respecto a esta IGG fueron “La historia nos enseña que en tiempos difíciles debemos mantener nuestro compromiso original con la coexistencia pacífica, fortalecer nuestra confianza en la cooperación mutuamente beneficiosa, avanzar en consonancia con la tendencia histórica y prosperar a la par de los tiempos. Con este fin, deseo proponer la Iniciativa de Gobernanza Global (IGG). Espero trabajar con todos los países para lograr un sistema de gobernanza global más justo y equitativo y avanzar hacia una comunidad de futuro compartido para la humanidad.
En primer lugar, debemos adherirnos a la igualdad soberana, sostuvo Xi Jinping asegurando que todos los países, independientemente de su tamaño, poder adquisitivo y riqueza, sean participantes, tomadores de decisiones y beneficiarios en igualdad de condiciones en la gobernanza global. El mandatario chino llamó a promover una mayor democracia en las relaciones internacionales y aumentar la representación y la voz de los países en desarrollo.
En segundo lugar, debemos acatar el estado de derecho internacional afirmó el líder chino. Esto, con base en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y otras normas básicas universalmente reconocidas de las relaciones internacionales. La obligación es observar esas normas de forma integral, plena y completa. “El derecho y las normas internacionales deben aplicarse de forma igualitaria y uniforme. No debe haber dobles raseros, ni imponer las normas internas de unos pocos países a otros”
En tercer lugar, declaró Xi Jinping “debemos practicar el multilateralismo. Debemos defender la visión de una gobernanza global basada en la consulta amplia y la contribución conjunta para el beneficio compartido, fortalecer la solidaridad y la coordinación, y oponernos al unilateralismo” Eso implica, indudablemente salvaguardar tanto el estatus como la autoridad de la ONU que debería tener, según el presidente chino, un papel insustituible y clave en la gobernanza global.
En cuarto lugar, Xi Jinping señala que se debe promover un enfoque centrado en las personas. “Debemos reformar y mejorar el sistema de gobernanza global para garantizar que las personas de cada nación sean actores y beneficiarios de la gobernanza global, a fin de abordar mejor los desafíos comunes de la humanidad, reducir la brecha Norte-Sur y salvaguardar mejor los intereses comunes de todos los países”
Finalmente, y, En quinto lugar, la máxima autoridad de la República Popular China aseveró que “debemos centrarnos en tomar medidas concretas. Debemos adoptar un enfoque sistemático e integral, coordinar acciones globales, movilizar plenamente diversos recursos y esforzarnos por obtener resultados más visibles. Debemos fortalecer la cooperación práctica para evitar que el sistema de gobernanza se quede rezagado o se fragmente”
Palabras de fundamental importancia en momentos que la ONU está de capa caída, desechada por Estados Unidos como un interlocutor válido y elevada a invitado relevante por Xi Jinping en esta Cumbre d ela OCS. Los medios chinos recordaron que esta Iniciativa para la Gobernanza Global (IGG) es parte componente de una serie de iniciativas que han surgido del liderazgo chino. En este caso, la cuarta iniciativa de alcance histórico y global propuesta por Xi en los últimos años. Las otras iniciativas serán componente de la segunda parte de este trabajo.
Pablo Jofré Leal
Periodista. Analista Internacional
Artículo para HispanTV.
- A pesar de su aún incerteza conceptual —un término en formación— y además claramente representante de una variedad política, cultural, geográfica sin un orden organizacional o estructura política que los represente; el sur global lo podemos entender como aquel grupo de países que no se sienten representados en el actual orden internacional, donde la exclusión en las definiciones globales ahondan las desigualdades en todo nivel y que sólo favorece, en general, a los intereses de las potencias occidentales.
- Xi, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente de la Comisión Militar Central, declaró en su discurso en un acto celebrado en Beijing para conmemorar el 80º aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Antifascista Mundial que la humanidad se enfrenta nuevamente a la disyuntiva de paz o guerra, diálogo o confrontación, resultados de ganancias compartidas o juego de suma cero. El pueblo chino se mantendrá firme en el lado correcto de la historia y del progreso humano, se adherirá al camino del desarrollo pacífico y colaborará con el resto del mundo para construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad. El pueblo chino realizó una importante contribución a la salvación de la civilización humana y a la defensa de la paz mundial con un inmenso sacrificio en la guerra de resistencia contra la agresión japonesa, que formó una parte significativa de la Guerra Antifascista Mundial. La guerra de resistencia contra la agresión japonesa, una batalla ardua y grandiosa, marca la primera victoria total de China contra la agresión extranjera en los tiempos modernos. La victoria en la guerra se logró bajo un frente único nacional contra la agresión japonesa promovido por el Partido Comunista de China (PCCh),
- https://www.hispantv.com/noticias/politica/620851/anuncia-acuerdos-con-china-rusia-ocs
- https://espanol.cgtn.com/news/2025-09-01/1962501023674408962/index.html