Por: Mohammad Homaeefar *
En un espectáculo teatral de autoridad en la Oficina Oval el lunes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, posicionó a los principales líderes europeos alrededor de su escritorio de trabajo como escolares castigados y sumisos ante un severo director.
La imagen era inconfundible: Trump sentado en el centro, emitiendo directivas mientras sus contrapartes europeas permanecían sentadas en silencio y pensativas, evocando una escena de desequilibrio de poder y humillación silenciosa.
Las fotos de la reunión, ampliamente difundidas en redes sociales, han sido descritas como una “jugada de poder vergonzosa” por parte de Trump contra los principales líderes europeos, quienes, de manera destacada, no fueron recibidos por el presidente en persona al llegar a la Casa Blanca, sino por la expresentadora de Fox News, Monica Crowley.
Las imágenes, que desataron una ola de comentarios sarcásticos sobre el “aula escolar”, mostraron a Trump firmemente instalado detrás del Resolute Desk, mientras los líderes europeos —incluidos los de Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Finlandia y la UE— se sentaban educadamente, casi de manera sumisa, frente a él.
El líder de la OTAN, Mark Rutte, describió más tarde la sesión en la Casa Blanca como “muy exitosa”, pero el sentimiento dominante en línea fue que Europa había acudido a ser reprendida, no a negociar.
Algunos observadores se preguntaron cómo los líderes europeos, que habían viajado a Washington como supuestos “iguales”, podían aceptar tal arreglo humillante.
El comentarista político Rafael Behr resumió dinámicamente la situación en una publicación en redes sociales: “Los líderes europeos se comportan como suplicantes ante un Trump todopoderoso”, mientras que el presidente ruso, Vladímir Putin, por el contrario, lo cultiva más como un protegido.
La reunión en la Oficina Oval se produjo días después de que Trump extendiera la alfombra roja a Putin en Alaska, donde el presidente de EE.UU. sonrió y aplaudió mientras el adversario de largo tiempo aterrizaba para una reunión centrada en la guerra de Ucrania.
More images of Trump, Zelensky, and European leaders meeting at the White House
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Trump había organizado un sobrevuelo dramático de la Fuerza Aérea de EE.UU. e incluso le ofreció a Putin un paseo en su limusina presidencial, gestos que no cayeron bien entre los aliados europeos.
En una metáfora teatral, Behr retrató a los líderes europeos como palomas pavlovianas, realizando rituales sin sentido de encanto para ganar favores. Sin embargo, no podrán revisar la visión de Trump sobre un mundo dividido entre poderosos jugadores a los que no se les aplican reglas, y estados vasallos.
Trump comenzó el día reuniéndose con el presidente ucraniano Volodímyr Zelenski, seguido de una sesión de alto perfil con siete líderes europeos en la Casa Blanca para discutir el fin de la prolongada guerra de Ucrania.
El primer ministro británico, Keir Starmer; el presidente francés, Emmanuel Macron; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el canciller alemán, Friedrich Merz; el presidente finlandés, Alexander Stubb, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, estuvieron presentes.
La reunión estuvo cargada de simbolismo y coreografía estratégica. Los líderes europeos se sentaron en un semicírculo alrededor de Zelenski para asegurarse de que no se repitiera otra humillación en la Oficina Oval, seis meses después de su confrontación pública sin precedentes con Trump.
En su última reunión, Trump y su vicepresidente, JD Vance, ridiculizaron a Zelenski y lo humillaron ante el público. Trump incluso permitió que miembros de los medios presentes hicieran comentarios incendiarios sobre la vestimenta casual del presidente ucraniano.
Esta vez no fue diferente, aunque la humillación y la burla adoptaron una forma distinta.
Comentaristas políticos y usuarios de internet no tardaron en analizar la dinámica. Muchos argumentaron que la reunión entre desiguales subrayó la continua sumisión de Europa hacia Washington en asuntos de política exterior.
European leaders posed for a group photo with President Trump at the White House
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Un usuario de X se burló de su falta de oposición: “¿Ninguno de estos ‘líderes’ tiene algo de testosterona o equipos de relaciones públicas que puedan aprobar/rechazar los arreglos de asientos? La cosa más vergonzosa que he visto para la UE”.
“La vista de los ‘líderes’ de Europa sentados como niños traviesos alrededor del director Trump (o ‘papá’, como prefiere llamarlo Mark Rutte) te dice todo lo que necesitas saber sobre el estado actual de la política europea”, escribió el autor Carlos Martínez.
En un segmento, el presentador de Fox News Jesse Watters destacó que los europeos estaban sentados alrededor del escritorio Resolute “como si estuvieran esperando a que comenzara la clase”.
“Trump les estaba dando una lección de geografía. Incluso sacó el gran mapa hermoso y se lo envió a Zelenski como tarea”, añadió.
Un usuario calificó la escena de “vergonzosa”, mientras que otro fue más directo: “No puedo creer que hayan dejado que Trump los sentara como a un grupo de niños”.
Comentando una foto de la reunión, la analista geopolítica Sharmine Narwani la describió como “el colapso del poder europeo, en una sola imagen”.
Daniel Foubert, un geoeconomista franco-polaco, afirmó que la UE ha “hecho que Europa pierda su significado”.
“Los líderes europeos se apresuraron a Washington en masa, desesperados por ser vistos, desesperados por ser escuchados. No vinieron como socios, sino como peticionarios, esperando la palabra de un hombre que ahora tiene todas las cartas”, dijo Foubert.
La reunión volvió a subrayar la dinámica desigual entre EE.UU. y sus aliados europeos, con Trump aprovechando otra oportunidad para afirmar su dominio percibido y menospreciar a sus contrapartes públicamente, algo que le proporciona un placer siniestro.
Lo que se anunciaba como una sesión diplomática de alto nivel para poner fin a la guerra en Ucrania se convirtió rápidamente en material para memes, mientras los usuarios de redes sociales ridiculizaban a los líderes europeos por parecer sumisos ante el presidente estadounidense megalómano.
La imagen y el tono de la reunión fueron prueba de que la política exterior europea sigue atada a los caprichos de Washington y un recordatorio de cómo funcionan las jugadas de poder y quién tiene el derecho de escribir el guion.
* Mohammad Homaeefar es un periodista radicado en Teherán especializado en asuntos de Irán y Asia Occidental.
Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.