Publicada: viernes, 10 de marzo de 2023 19:14

No es ningún secreto que los defensores del “cambio de régimen”, los monárquicos Pahlavi, los terroristas MKO y el medio de propaganda financiado por Arabia Saudí ‘Iran International’, están estrechamente unidos al régimen sionista y persiguen objetivos comunes y siniestros.

Por Syed Zafar Mehdi

Por lo tanto, no debería sorprender que el asediado primer ministro israelí invitara a la “Televisión Terrorista”, que recientemente trasladó su sede del Reino Unido a EE.UU. para ventilar su desquiciada, irracional e incesante retórica contra Irán y ayudar a desviar la atención del creciente levantamiento contra su régimen.

La premisa principal de la entrevista cuidadosamente coreografiada fue el programa nuclear de Irán y lo desesperado que está el régimen del apartheid, que se tambalea al borde de la implosión, por interrumpir el programa.

Además, tanto el entrevistado como el entrevistador se mostraron inflexibles al insistir en que el “pueblo de Irán” está a favor del “cambio de régimen” y aboga por sanciones y acciones militares más severas.

El entrevistador, siguiendo las instrucciones, comenzó la charla diciéndole a Benjamín Netanyahu que hablará con el “pueblo de Irán” por primera vez desde que estallaron los disturbios en septiembre pasado, una invitación a ser tan engañoso y salvaje como pueda.

Luego, muy rápidamente, el tema se desvió hacia los recientes disturbios en Irán, que fueron apoyados e instigados por las potencias occidentales, el régimen israelí y estos medios de “noticias” en idioma persa comunes y corrientes.

Cuando el entrevistador se refirió a la “respuesta” de Irán a los disturbios mortales, Netanyahu señaló rápidamente las “ejecuciones” que han sido utilizadas por los defensores de los derechos humanos en Occidente para vilipendiar a la República Islámica.

No se mencionó cómo estos “manifestantes pacíficos” mataron sin piedad a los jóvenes voluntarios desarmados basiyíes, aplastándolos con armas blancas y piedras hasta que sucumbieran.

Netanyahu, cuyo proyecto diabólico para desestabilizar la región ha sido frustrado por el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), estaba particularmente furioso con la fuerza, pidiendo frenéticamente sanciones más severas.

El CGRI, afirmó con las cejas levantadas, era el “mayor promotor del terrorismo en el mundo”, mientras que el régimen del apartheid que asesinaba a los palestinos indefensos a sangre fría era un modelo de virtudes.

Su frustración no es del todo infundada. Desde Palestina hasta el Líbano, Siria, Irak, Yemen y otros países, la Fuerza Quds del CGRI prácticamente ha diezmado los complots abiertos y encubiertos del régimen israelí.

El apoyo inquebrantable de Irán al movimiento de Resistencia palestino es un anatema para Netanyahu y sus secuaces en los territorios ocupados, ya que ha puesto al régimen ilegítimo al borde de la aniquilación.

El entrevistador, claramente sin comprender el significado de “valores globales compartidos”, preguntó al nervioso primer ministro israelí cómo pretende convencer a los gobiernos occidentales de que “no hablen” con Teherán en línea con lo que él denominó “valores globales básicos compartidos”.

Netanyahu, en su característico estilo extravagante, dijo que el “cambio de régimen” en Irán era esencial no solo para la existencia del régimen ilegítimo de Tel Aviv, sino también para el mundo en general.

Citando una frase frecuentemente citada del libro del Éxodo atribuida al profeta Moisés, quien le dice al faraón que “deje ir a mi pueblo”, Netanyahu dijo que le pedirá a los líderes occidentales que le digan a Irán “que deje que su pueblo esté libre de la tiranía radical”, y agregó que también escucha las mismas voces en las calles iraníes.

El primer ministro del régimen israelí, afectado por la crisis, que tuvo que tomar un helicóptero de emergencia para llegar al aeropuerto Ben Gurion para tomar un vuelo a Italia mientras los manifestantes bloqueaban la ruta, estaba hablando de los iraníes que salieron a las calles por millones luego de los recientes disturbios para prometer apoyo a la República Islámica.

El “pueblo de Irán” al que básicamente se refirió es un grupo de leales a [régimen de] Pahlavi y terroristas MKO [acrónimo en inglés del grupo antiraní Muyahedín Jalq] y sus secuaces que trabajan para los medios de propaganda en idioma persa, no millones de personas que demostraron una vez más su compromiso con los ideales de la Revolución de 1979 el 22 de Bahman [11 de febrero] de este año.

Sin embargo, Netanyahu fue bastante directo al pronunciar una “respuesta militar” al programa nuclear de Irán, que continúa siendo pacífico y bajo la estricta supervisión de la agencia nuclear de la ONU, a diferencia de las actividades nucleares clandestinas de Israel y el almacenamiento de cientos de ojivas nucleares.

Parecía preocupado de que Irán estuviera “avanzando peligrosamente”, ya que el entrevistador citó un informe reciente de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) sobre un enriquecimiento de uranio del 83,7 por ciento, que se basó en la evaluación incorrecta de un inspector de la AIEA que luego fue aclarada por la agencia.

“Nuestras acciones las han retrasado al menos una década”, comentó el paranoico primer ministro israelí, sin saberlo, asumiendo la responsabilidad de una serie de ataques de sabotaje contra instalaciones nucleares iraníes y asesinatos de los principales científicos nucleares de Irán en operaciones militares cobardes y crueles a lo largo de los años.

Los comentarios se produjeron en respuesta a la declaración del jefe de la AIEA, Rafael Grossi, durante su reciente visita a Teherán, de que cualquier ataque a las instalaciones nucleares de Irán es “ilegal” cuando lo presionan los periodistas locales.

Netanyahu calificó la declaración de Grossi de “incorrecta”, “inapropiada”, “absurda” e “irracional”, al tiempo que declaró que los ataques fueron “legítimos”, sin dejar dudas sobre quién es el perpetrador.

Pero no espere que el jefe de la AIEA o los funcionarios occidentales denuncien esta retórica de guerra y ruido de sables.

Dijo que volvió al poder para “evitar que Irán se convierta en un Estado nuclear”, como si la República Islámica buscara su permiso para elevar el nivel de enriquecimiento a grado armamentístico.

Funcionarios iraníes han afirmado repetidamente que construir un arma nuclear no es el objetivo, algo que ha sido reconocido incluso por la agencia nuclear de la ONU y muchos gobiernos europeos.

El entrevistador, en una interesante elección de palabras, preguntó brevemente al asediado primer ministro si la “crisis interna” alejaría su atención de Irán. No reunió el coraje para preguntarle por qué el régimen estaba implosionando desde adentro, por qué la gente clamaba por su sangre en las calles.

Como muestra de agradecimiento por no ser combativo y apegarse al guion aprobado, Netanyahu elogió al medio financiado por Arabia Saudí por “difundir la verdad”, la misma “verdad” que defienden los sionistas.

La entrevista terminó con ambas partes esperando (contra toda esperanza) que el régimen no implosione pronto a medida que crecen las protestas furiosas en los territorios ocupados.

Texto recogido del artículo en inglés publicado en Press TV.

Syed Zafar Mehdi es un periodista, comentarista político y autor radicado en Teherán.