Publicada: lunes, 6 de octubre de 2025 1:09

El último mes ha puesto de manifiesto el impacto global de la heroica operación de Resistencia palestina “Tormenta de Al-Aqsa”, que cumplirá dos años este martes.

Por: Musa Iqbal *

 Desde el aislamiento y la condena del régimen de ocupación israelí en la Asamblea General de la ONU, el hallazgo de genocidio en Gaza por parte de una comisión de la ONU, y el respaldo internacional a la Flotilla Global (Sumud) para romper el bloqueo naval, hasta los golpes decisivos que la resistencia ha propinado en el campo de batalla, el régimen de ocupación claramente ha sido llevado a la defensiva.

La realidad es evidente: los crímenes del régimen sionista en los últimos dos años son repudiados por la mayoría mundial, desde Italia y España hasta los propios Estados Unidos.

Incluso en el núcleo imperial de EE.UU. y sus aliados europeos, una nueva generación abraza abiertamente la causa palestina y la resistencia legítima, rompiendo con las narrativas sionistas arraigadas en la cultura dominante occidental.

En respuesta, la ocupación ha intensificado su genocidio, invadiendo la ciudad de Gaza, bombardeando los restos de edificios residenciales, y colaborando con la administración Trump para imponer un alto al fuego que no garantiza el fin de las hostilidades ni define el camino hacia la autodeterminación de Gaza o del pueblo palestino en general.

El llamado “Plan de 20 puntos” presentado por Trump está intencionadamente cargado de contradicciones y ambigüedades, en un intento por forzar un acuerdo con HAMAS, pero sin abordar demandas clave de la Resistencia, como el fin de la ocupación en Gaza y un intercambio integral de prisioneros.

Cabe destacar que muchas de estas demandas ya habían sido aceptadas por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en múltiples ocasiones, pero fue la ocupación israelí la que rompió y abandonó los acuerdos repetidamente.

Aunque Trump fijó como fecha límite el domingo 5 de octubre para que HAMAS respondiera al acuerdo de alto al fuego, el movimiento de resistencia basado en Gaza emitió una respuesta calculada la noche del viernes.

 

En el nombre de Dios, el Más Misericordioso, el Más Compasivo

En un esfuerzo por detener la agresión y la guerra de exterminio que se está llevando a cabo contra nuestro pueblo firme en la Franja de Gaza, y basado en la responsabilidad nacional y la preocupación por los fundamentos, derechos e intereses supremos de nuestro pueblo, el Movimiento de Resistencia Islámica (HAMAS) ha llevado a cabo consultas profundas dentro de sus instituciones de liderazgo, extensas consultas con fuerzas y facciones palestinas, y diálogos con mediadores y amigos para alcanzar una posición responsable frente al plan del presidente estadounidense, Donald Trump.

Tras un estudio exhaustivo, el movimiento tomó su decisión y entregó la siguiente respuesta a los hermanos mediadores:

El Movimiento de Resistencia Islámica, HAMAS, valora los esfuerzos árabes, islámicos e internacionales, así como los del presidente estadounidense Donald Trump, que llaman al fin de la guerra en la Franja de Gaza, al intercambio de prisioneros, a la entrada inmediata de ayuda, al rechazo de la ocupación de Gaza y a la devolución de nuestro pueblo palestino desplazado.

En este contexto, y para lograr la cesación de hostilidades y una retirada completa de la Franja de Gaza, el movimiento anuncia su acuerdo para liberar a todos los prisioneros israelíes, vivos y muertos, según la fórmula de intercambio contenida en la propuesta del presidente Trump, siempre que se cumplan las condiciones de campo para el intercambio. Asimismo, reafirma su disposición para entrar de inmediato en negociaciones a través de los mediadores para discutir los detalles de este acuerdo.

El movimiento también renueva su acuerdo para entregar la administración de la Franja de Gaza a un cuerpo palestino de independientes (tecnócratas), basado en un consenso nacional palestino y en el apoyo árabe e islámico.

Los otros asuntos mencionados en la propuesta de Trump sobre el futuro de Gaza y los derechos inherentes del pueblo palestino están ligados a una posición nacional integral y fundamentados en las leyes y resoluciones internacionales pertinentes. Deben ser discutidos dentro de un marco nacional palestino amplio, del cual HAMAS formará parte y al que contribuirá con plena responsabilidad.

Movimiento de Resistencia Islámica – HAMAS
Viernes: 11 de Rabi al-Thani, 1447 AH
Corresponde a: 3 de octubre de 2025 d.C.

 

En lugar de rechazar de plano el plan estadounidense-israelí de 20 puntos, el movimiento de Resistencia aceptó estratégicamente la demanda inmediata de un intercambio de prisioneros, un acuerdo que ha apoyado en múltiples ocasiones, bajo la condición de que la ocupación cese inmediatamente sus hostilidades para crear un entorno propicio para un intercambio adecuado y fluido.

Al priorizar medidas humanitarias —un alto al fuego, el fin de las hostilidades, la distribución de ayuda y el retorno de desplazados— HAMAS sitúa la responsabilidad de la continuación de la agresión en el régimen sionista. Esto redefine a Israel como el principal obstáculo para la paz, desafiando las narrativas erróneas de los medios occidentales que han presentado a HAMAS como el principal impedimento en los últimos dos años.

Simultáneamente, la respuesta abre un diálogo sobre el futuro de Gaza, su gobernanza y la cuestión palestina en sentido amplio, afirmando un compromiso con la “responsabilidad plena”.

Lo más importante es que afirma que el destino de Gaza debe ser determinado por el “consenso nacional palestino” y no impuesto por actores extranjeros, incluidos los Estados Unidos.

La respuesta de HAMAS apunta estratégicamente a las mismas ambigüedades incrustadas en el plan original de 20 puntos, diseñado inicialmente para atrapar al movimiento y que ahora se usa para presionar al eje estadounidense-israelí a poner fin a la prolongada guerra genocida. Cabe destacar que la respuesta omite cualquier mención al desarme, dejando ese asunto para ser abordado dentro del marco más amplio del futuro gobierno de Gaza.

Tras el comunicado de HAMAS, Trump lo acogió rápidamente, llegando a publicar la declaración del movimiento palestino —que explícitamente acusa a la ocupación israelí de genocidio— en sus redes sociales. Además, instó a la ocupación a detener los bombardeos en Gaza.

Quien conozca al régimen sionista sabe que no se le puede confiar. Su historia está marcada por mentiras flagrantes, acuerdos rotos y tácticas manipuladoras para beneficio propio.

Informes desde Gaza describen un intensificado bombardeo de la ciudad y sus alrededores poco después de la emisión y aceptación del comunicado por parte de Estados Unidos. Aunque el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, emitió una declaración vaga sobre cumplir el intercambio de prisioneros, la realidad sobre el terreno es muy distinta.

Un análisis más profundo de la declaración de HAMAS puede enriquecerse examinando los medios sionistas desde la óptica de quienes perpetran el genocidio.

Un ex portavoz del régimen sionista acusa a Estados Unidos de “premiar a HAMAS”.

El multimillonario sionista y manipulador de influencias Bill Ackman calificó la respuesta de HAMAS como “no buena”, pese a que Trump la recibió abiertamente.

Emily Schrader, propagandista sionista conocida por su racismo hacia los iraníes, expresó su frustración por la acogida de la Casa Blanca a la respuesta de HAMAS, afirmando que no beneficia a nadie.

Mientras que la frustración sionista suele indicar avances significativos, algo celebrado por gran parte de la población mundial, los próximos días serán cruciales.

Los detalles del plan y su implementación serán determinantes. Por ejemplo, la entidad sionista acordó un alto al fuego con el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) en noviembre de 2024, pero lo ha violado más de 3000 veces desde entonces.

El desarrollo de los próximos días dependerá exclusivamente del régimen sionista y sus patrocinadores estadounidenses.

HAMAS ha demostrado diplomáticamente su compromiso con la paz, algo que ha afirmado en repetidas ocasiones. La combinación de fracaso militar, aislamiento político y la amenaza creciente de aislamiento económico podría obligar al régimen sionista a cambiar de rumbo y aceptar un “alto al fuego permanente”.

Sin embargo, también puede retractarse, rechazar la ambigüedad de la respuesta de HAMAS sin diálogo, y persistir en su campaña genocida. Mientras la campaña de bombardeos se extiende al segundo año, un hecho permanece indiscutible: la responsabilidad recae plenamente en el eje estadounidense-israelí.

* Musa Iqbal es investigador radicado en EE. UU. y editor en Vox Ummah.


Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.