• ¿Qué trae el futuro a los partidos británicos?
Publicada: lunes, 18 de mayo de 2015 11:01

Después de años de conjeturas, meses de disputas políticas y semanas de mítines y debates políticos, los británicos finalmente acudieron a las urnas el 7 de mayo 2015 para las primeras elecciones nacionales en 5 años.

Hasta las últimas horas antes de las elecciones, estaba en marcha una carrera apretada. Dos principales partidos tradicionales, el Laborista y el Conservador, iban codo a codo, y las encuestas señalaban que los conservadores iban por delante con tan solo 0.1 por ciento de ventaja. 

El partido Conservador ganó suficientes escaños como para gobernar solo y una parte significativa de sus avances fue en el territorio que antes pertenecía al partido Liberal Demócrata, mientras que derrotaba el partido Laborista. Especialmente en el Sur, los conservadores usurparon por completo el territorio del partido Liberal Demócrata.

Aunque la victoria trajo inmensa alegría a miembros del partido Conservador, en sólo unas horas sus miembros empezaron a preguntarse ¿qué significaría esta victoria y cómo David Cameron iba a gobernar teniendo la mayoría  de los escaños?

Ahora es un hecho innegable que en los próximos cinco años, los conservadores tendrán grandes dificultades para gobernar el país. Su victoria, no significa que la mayoría absoluta le apoye sino que nadie esperaba ninguna mayoría en absoluto.

Recuento de los votos, el Reino Unido.

 

Cameron no tiene otro remedio que depender de su propio partido. Él tendrá que apaciguar los conservadores a quienes no les gusta y no están de acuerdo con él en temas como Europa y la inmigración entre otros muchos, pues no pasará mucho tiempo antes que esto se vuelva bastante problemático.

La victoria de los conservadores también tiene algunas lecciones para otros partidos en la política británica.

Estos ya han comenzado a revisar sus fallos con dentición y minuciosidad y están pensando cómo podrían volver al juego.

Tony Blair dijo una vez que cuando las elecciones en el Reino Unido se reducen a un enfrentamiento entre un partido de centro-derecha y un partido de centro-izquierda, el partido de derecha tenderá más oportunidades a prevalecer. Este fue exactamente lo que sucedió en estas elecciones. La noche después de los comicios, fue una noche terrible para los laboristas, cuyas varias figuras de alto rango habían perdido sus asientos. Jim Murphy, el líder laborista escocés, perdió asiento de East Renfrewshire ante su rival del Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en ingles).

Él había dicho previamente que los laboristas de Escocia, no entregarían ni un escaño a los candidatos de SNP. Un exsecretario de Asuntos Exteriores de gabinete de sombra, Douglas Alexander, y el jefe de la campaña electoral de Ed Miliband perdió ante un nacionalista escocés de 20 años de edad. Y el excanciller de Hacienda de gabinete de sombra, Ed Balls perdió su escaño en West Yorkshire por 422 votos. La mayoría de los votos perdidos de los laboriosas en Escocia las llevó SNP. El partido Laborista tiene un enorme problema en Escocia y es difícil ver cómo se puede arreglarlo todo a corto plazo. Habrá elecciones en 2016 y los laboristas tienen que pensar en la vía que les hace posible volver a tiempo para eso, tienen que pensar también en Inglaterra y Gales. Hay muchas partes de esos países que se han convertido en las zonas prohibidas para los laboristas. Ellos realmente tienen que pensar en cómo pueden elegir a un líder capaz de atraer la gente en Inglaterra, donde hay tantos votos.

Tenían una oportunidad para elegir el líder hace cinco años; David Miliband y Ed Miliband eran las opciones. Muchos siguen preguntándose  por qué el partido Laborista prefirió a Ed. Uno de estos dos chicos parecía un aceptable primer ministro debido a tener experiencia como secretario de Asuntos Exteriores durante tres años, y este fue David. Además, Ed era mucho más comprometido ideológicamente a ala izquierda de su partido, lo que significaba que nunca desafió los registros de los gastos del partido Laborista. El liderazgo débil y un registro poco fiable sobre la política fiscal significaban que realmente el partido no tenía gran posibilidad en los ojos de muchos votantes.

Chuka Umunna y Liz Kendall, candidatos al liderazgo del partido Laborista del Reino Unido.

 

Se prevé que el trabajo será distanciarse de la era Blair-Brown e incluso posiblemente la era Miliband. Puede que se olviden de esta generación y se vayan a por alguien más joven. Por esta razón, se habla de Chuka Umunna como candidato y también de Liz Kendall quien es apoyada por  los que sostienen que el líder del partido debe ser una mujer de este tiempo.

Otro problema del partido Laborista es la variedad de los desafíos. Tiene que encontrar una manera de conseguir el voto de la gente que la ultima vez optó por los conservadores en el sur de Inglaterra, la gente que votó al partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP, por sus siglas en ingles) en el norte y  la que votó a SNP en Escocia.

Estos son los cambios drásticos que el partido Laborista tiene que hacer para volver al juego otra vez. Pero estos retos no son nada en comparación con lo que los liberal demócratas se enfrentan. Ellos sufrieron una absoluta derrota. Sus asientos se han dividido en partes iguales entre los laboristas y los conservadores y ahora se les quedan tan solo 8 escaños en el Parlamento.

Los liberal demócratas lucharon en las elecciones de 2010 como un partido de centro-izquierda y enviaron señales a las personas de que iban a formar algún tipo de coalición progresista mientras de hecho, se aliaron con el partido gobernante de centro-derecha. Era impredecible e interesante en el momento. Pero si un partido hace eso, debe estar preparándose para ser castigado.

Tradicionalmente, los liberal demócratas, han sido un partido resistente, sobre todo a nivel del gobiernos locales. Este ha sido siempre su punto fuerte y ​​lo que ahora están planeando hacer, es reconstruir a partir de ahí. Este es lo que habían hecho en el pasado cuando perdieron mucho apoyo, y esta política podría funcionar de nuevo.

Elecciones del Reino Unido, en las pancartas se lee: ¿porqué votar a Laboristas/ Conservadores/ Liberal Demócratas?

 

En cuanto a total de los votos, (y no el número de diputados), los liberal demócratas se situaron como el tercer partido más votado del Reino Unido, seguido de UKIP, que sólo logró un diputado, aunque alrededor del 13% de los votos.

UKIP hizo un trabajo increíble. Antes de las elecciones, muchos pensaron que su 12% de votos logrados en las encuestas era una exageración, pero el 12% de los votos conseguidos en las elecciones mostró todo lo contrario.

Ellos están en segundo lugar en vastas extensiones del país. Consisten ahora la oposición más importante ante los laboristas en algunas partes del norte del país y la pregunta principal que se plantea ahora ante UKIP es qué clase de partido va a ser.

¿Van a retar el libre mercado que defienden los conservadores o la globalización de los laboristas? Su único representante, Douglas Carswell, forma parte del primer grupo, mientras muchos de sus votantes están en el lado conservador, por lo que el camino ideológico que se extiende ante UKIP no es precisamente fácil.

ymc

Escrito por: Jane Calvary, periodista de investigación.