Así lo informó el domingo la agencia estatal turca Anadolu, citando a fuentes militares, precisando que las Fuerzas Armadas de Turquía han enviado al menos 80 vehículos blindados al distrito de Alejandreta (Iskenderun, en turco), situado en la sureña provincia turca de Hatay, fronteriza con Siria occidental, en la región del Mediterráneo.
Acorde con las citadas fuentes, entre los vehículos blindados enviados se encuentran carros de combate. Anadolu, además dio a saber que el sábado el Ejército turco ya había enviado camiones de primeros auxilios y vehículos militares a la misma zona.
La provincia de Hatay limita con dos zonas conflictivas en el oeste de Siria: región kurda de Afrin, en el extremo noroccidental del país árabe, que en muchas ocasiones ha sido blanco de ataques por parte de Turquía y la provincia de Idlib —más al sur—último gran bastión de los rebeldes en Siria.
En julio, el ministro de Defensa de Turquía, Fikri Isik, sostuvo que Ankara no descarta llevar a cabo una operación militar en la ciudad siria de Afrin para hacer frente a la amenaza de las kurdo-sirias Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), que cuentan del respaldo de EE.UU.
También a finales de agosto, Turquía envió camiones cargados con seis obuses y vehículos blindados a la provincia sureña de Kilis. Turquía considera que las YPG son filiales del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), una guerrilla separatista catalogada por Ankara y EE.UU. como “terrorista”.
Por otra parte, conforme a lo acordado el viernes pasado por Turquía, Rusia e Irán en la ciudad kazaja de Astaná, fuerzas armadas de estos tres países supervisarán el alto el fuego en cuatro regiones sirias, entre ellas Idlib.
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