“Los oficiales inspeccionaron un petrolero extranjero debido a la falta de documentación legal sobre su carga y lo incautaron, acusado de transportar dos millones de litros de combustible de contrabando”, ha anunciado este miércoles el presidente del Tribunal Supremo de la provincia de Hormozgan, Moytaba Qahremani, según ha informado la agencia oficial iraní de noticias IRNA.
El responsable judicial ha detallado que el capitán y 16 tripulantes del buque cisterna “se encuentran bajo custodia” y agregado que el barco fue capturado gracias al continuo monitoreo y vigilancia de movimientos sospechosos de contrabando de combustible en el golfo de Omán.
Ha afirmado que se ha presentado una denuncia al respecto ante la Fiscalía Revolucionaria de la ciudad de Yask, y que “la investigación judicial está en curso”.
Qahremani ha detallado que las autoridades siguen recopilando “documentos para calcular con precisión el volumen de combustible del petrolero, el muestreo y las pruebas pertinentes”, e investigan para verificar la autenticidad de los documentos del buque incautado.
El contrabando de combustible se ha convertido en una lacra en Irán, donde las autoridades han reforzado su lucha contra un lucrativo negocio que se aprovecha de los subsidios.
El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán ha reforzado la lucha contra ese ilegal negocio lucrativo, y ha capturado varias embarcaciones, tanto iraníes como extranjeras, por dedicarse al trasiego ilegal de carburantes y su traslado a los países vecinos.
Las Fuerzas Armadas de Irán han prometido una y otras veces que el Golfo Pérsico nunca será un lugar seguro para los contrabandistas.
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