En una llamada telefónica mantenida el martes el presidente nicaragüense, Daniel Ortega habló con su par iraní, Seyed Ebrahim Raisi, sobre distintos temas a fin de fortalecer sus lazos bilaterales, incluyendo la lucha contra la pandemia derivada del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
“(Raisi) subrayó la importancia de concretar el respaldo en la lucha contra la pandemia, ofreciendo nuevamente sus programas de salud, vacunas, y estudios académicos”, señaló el Gobierno de Nicaragua en un comunicado.
La nota no precisó cuál de las vacunas desarrolladas por Irán fue ofrecida a Nicaragua.
Durante su conversación, las dos partes también repasaron relación bilateral, fraternal y solidaria entre ambos pueblos. En este sentido, los dos mandatarios reiteraron la importancia de ir “adelante, con el brillo, la nobleza y el carácter indestructible de nuestras Revoluciones y Pueblos”, reza el comunicado.
COVIRAN Barekat es la primera vacuna desarrollada por los expertos iraníes contra la COVID-19, pero no es la única. A pesar de las sanciones unilaterales impuestas por EE.UU. al país persa, las compañías farmacéuticas locales están produciendo otros fármacos contra la letal enfermedad.
La Revolución Islámica de Irán y la Revolución Sandinista de Nicaragua mantienen relaciones muy cercanas entre sus Gobiernos desde el triunfo de sus revoluciones en 1979. Los dos países, conocidos por sus posturas antihegemónicas y antimperialistas, han sido objeto de injerencias y de un régimen duro de sanciones por parte de Estados Unidos.
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