El caos y la desesperación crecen en la frontera norte de México, donde miles de migrantes, en las últimas horas, han intentado cruzar de manera masiva hacia Estados Unidos, con tácticas como arrojarse al caudaloso río Bravo o armar estampidas humanas.
Se trata del último día del Título 42, una norma sanitaria impuesta por el gobierno del expresidente estadounidense el republicano Donald Trump que permitía las expulsiones inmediatas de migrantes en la frontera, con la excusa de la pandemia de la COVID-19.
La actual Administración estadounidense, presidida por Joe Biden, ya ha tomado medidas drásticas para frenar el aumento considerable de las migraciones, restringiendo el acceso al asilo en la frontera.
Los militares estadounidenses han instalado una concertina de seguridad, es decir, un alambre de cuchillas enrollado para evitar los cruces irregulares en la ribera del río Bravo, o del río Grande en EE.UU., medidas que según expertos y activistas pro derechos de los migrantes, son muy similares a las políticas antimigrantes de Trump, las que el demócrata Joe Biden ya había prometido revocar durante su campaña electoral.
xsh/ftn