Los últimos dos actos de violencia tuvieron lugar en el estado de Michoacán. El primero ocurrió la tarde del miércoles en Agulilla, donde Omar Gómez Lucatero, candidato independiente a la alcaldía fue baleado por grupos armados.
Por otra parte, Fernando Ángeles Juárez, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el candidato a la alcaldía de Ocampo, fue abatido a tiros en la mañana del jueves.
Mediante un comunicado, el PRI condenó el asesinato, y pidió al Gobierno que ofrezca protección a los candidatos que participan en la elección del 1 de julio.
La campaña electoral en México, arrancada en septiembre de 2017, ha sido azotada por la violencia y asesinatos. Desde entonces, se ha registrado un total de 122 asesinatos de políticos, incluidos 28 precandidatos y 18 candidatos.
Según un estudio realizado por la consultoría Etellekt, el 80 % de los homicidios fue de opositores de los partidos que gobiernan los estados y ocurrieron mayormente en lugares como Michoacán, Guerrero y Oaxaca.
La presidenta de la sala superior del tribunal federal electoral, Janine M. Otálora, pidió el jueves a las autoridades del país garantizar la seguridad de los candidatos y no permitir que los criminales decidan “por la vía de la violencia quiénes deben o no deben estar en la boleta electoral”.
Los registros sobre violencia en época de campaña electoral revelan volúmenes históricos: La violencia política en México ha dejado 292 víctimas en los últimos doce años, según el Atlas de Riesgo Político Electoral.
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