Además de los asesinatos, también se encuentran atentados, amenazas físicas y verbales, así como secuestros y homicidios, en contra de familiares.
Desde septiembre pasado, el mayor número de asesinatos se han registrado en Guerrero, donde a poco más de seis meses de iniciar el proceso, suman 11 muertes, después Veracruz con siete; Puebla, siete; Oaxaca; Hidalgo con cuatro; Estado de México cuatro; mientras que en San Luis Potosí dos y en Jalisco, tres, según el conteo en todo el país.
Del total de estos asesinatos, 25 fueron militantes al Partido Revolucionario Institucional (PRI); 14 integrantes del Partido revolucionario Dominicano (PRD); seis contra políticos del Partido Acción Nacional (PAN), cuatro de Movimiento Regeneración Nacional (Morena); tres de usos y costumbres y dos de Movimiento Ciudadano.
La violencia en México no solo ha alcanzando a la población sino también a la clase política que se ha visto afectada por cooperar con el crimen organizado pero también por no hacerlo.
Hiram Hurtado, Ciudad de México.
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