El acuerdo, cuyo objetivo principal es el incremento de información entre las partes, se alcanzó durante el segundo Diálogo de Alto Nivel sobre Combate al Crimen Trasnacional.
En el encuentro, en el que estaban presentes altos funcionarios de ambos países, las dos delegaciones reafirmaron su compromiso bilateral contra la criminalidad, la producción, el tráfico y el consumo de drogas.
Al término de esta reunión, el fiscal general estadounidense, Jeff Sessions, llamó a los funcionarios mexicanos a desmantelar los laboratorios clandestinos para evitar un gran problema en el futuro.
Ante esta petición, Alberto Elías Beltrán, subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de México, manifestó que su respectivo Gobierno está concentrado en cerrar esos laboratorios.
Asimismo, afirmó que el cuerpo policial de México combatirá la producción de heroína, además de que tratará de cerrar los lugares donde los traficantes de drogas pueden producir heroína y también fentanilo.
Tenemos que ser ágiles, específicos, tener capacidades analíticas basados en datos compartidos y confiables, pues al final de cuenta de lo que se trata es de confiar los unos en los otros para atender un problema común”, recalcó el secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray.
“Tenemos que ser ágiles, específicos, tener capacidades analíticas basados en datos compartidos y confiables, pues al final de cuenta de lo que se trata es de confiar los unos en los otros para atender un problema común”, deseó el secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray.
A continuación, señaló que Estados Unidos y México no deben culparse mutuamente por el narcotráfico, refiriéndose así de forma tácita al presidente de EE.UU., Donald Trump, que usó la inmigración ilegal y narcotráfico como excusas para construir un muro fronterizo.
Además, el secretario mexicano de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, reconoció los desafíos existentes en esta colaboración con los estadounidenses, diciendo que para superarlos hay que tener una perspectiva integral: disminuir la oferta y demanda de estupefacientes, y restringir el financiamiento, las armas y la capacidad operativa de las organizaciones criminales.
En cuanto a los obstáculos, se le preguntó a Osorio si el muro fronterizo de Trump tendrá impacto en esta cooperación bilateral, pues respondió que ese objetivo del presidente estadounidense no debe afectar este tema, para después añadir que “vamos a seguir adelante”.
Entretanto, el vicesecretario de Estado de Estados Unidos, John Sullivan, confirmó la alta demanda de drogas en su país, agregando que esto es un problema “que no podemos barrer debajo del tapete”. Mostró su esperanza de que esta reciente cooperación ayude a cortar las fuentes financieras de las agrupaciones delincuenciales trasnacionales.
Cabe mencionar que el acuerdo México-EE.UU. se alcanzó el mismo día en el que el Congreso mexicano aprobó la polémica Ley de Seguridad Interior, según la cual la Policía del país latinoamericano no es capaz de contener a los criminales, por lo que busca regular el rol de las Fuerzas Armadas en las calles para combatir a los grupos delictivos y amplía sus facultades para actuar cuando se determine que existe una amenaza a la seguridad interior.
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