Mediante un comunicado emitido el lunes, el movimiento iraquí anunció que ya tiene en servicio el misil Al-Aqsa 1, y aseguró que, por primera vez, lo disparó contra las bases militares de Estados Unidos en Irak y Siria, en represalia al apoyo directo de Washington a la agresión genocida de Israel a la Franja de Gaza.
Las bases y tropas estadounidenses en Irak y Siria han sido atacadas con misiles y drones de la Resistencia iraquí en las últimas semanas. Este martes, dos importantes bases militares estadounidenses en la provincia rica en petróleo de Al-Hasaka, en el noreste de Siria, y en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, han sido blanco de ataques por aviones no tripulados, según ha informado la cadena libanesa Al Mayadeen.
Fuentes no identificadas locales, citadas por el informe, han explicado que varios drones han impactado objetivos dentro de la instalación militar estadounidense cerca de la aldea de Al-Jadra, en Al-Hasaka a primeras horas de este martes, sin ofrecer más detalles sobre posibles bajas humanas.
Funcionarios del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) anunciaron el lunes que al menos 45 uniformados estadounidenses resultaron heridos o sufrieron lesiones cerebrales traumáticas como consecuencia de los recientes ataques contra sus bases en Irak y Siria.
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