A medida que se eleva el clamor del pueblo iraquí para que tenga lugar la retirada definitiva de las fuerzas ocupantes de EE.UU. desplegadas en Irak, ratificada por el Parlamento del país árabe, aumentan los ataques a las posesiones estadounidenses.
Son muchos los que sostienen que los estadounidenses, para evitar o retrasar la salida de sus tropas de Irak, están detrás de una especie de complot encubierto que conduce a este tipo de ataques, con el objetivo de presentarles como “víctimas” ante la opinión pública y, de paso, crear una sensación de inseguridad que justifique su permanencia en Irak.
Sin ir más lejos, el lunes, los medios informaron que el Aeropuerto Internacional de Erbil y la base estadounidense de Al-Hariri, próxima al aeródromo, en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, habían sido blanco de un ataque con misiles.
El coronel Wayne Marotto, un portavoz de la llamada coalición liderada por EE.UU. en Irak, sostuvo en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter que, conforme a los primeros reportes, un contratista civil perdió la vida y seis personas, entre ellas un militar norteamericano, resultaron heridas en la ofensiva.
Horas después, el canal de Telegram Saberin News reportó que una facción emergente, llamada Saraya Aulia al-Dam, se había atribuido la autoría del ataque a través de un comunicado, en el que declaró que había llevado a cabo “una exitosa operación contra los ocupantes estadounidenses”.
El grupo explicó que sus fuerzas, una vez que pudieron acercarse a 7 kilómetros de la base de Al-Hariri, lanzaron “24 cohetes, que impactaron contra los objetivos, precisamente debido a la incapacidad del sistema antiaéreo C-RAM [acrónimo en inglés de Misión Doble Contra Cohetes, Artillería y Morteros] de los ocupantes para interceptarlos”.
Al mismo tiempo, la banda detalló que, durante la lluvia de proyectiles, una avioneta modelo Súper King Air 350, perteneciente a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., sufrió daños importantes y un vehículo aéreo no tripulado (UAV, por sus siglas en inglés), tipo MQ-1C, quedó completamente destruido, además de prometer que sus acciones contra los invasores estadounidenses se repetirán a fin de “vengar la sangre de los mártires”.
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