“La expulsión de fuerzas extranjeras es una decisión irreversible y ningún poder puede cambiar o anularlo”, indicó el jueves Kate al-Rekabi, miembro de la Comisión de Seguridad y Defensa del Parlamento de Irak, citado por la agencia local Al-maalomah.
Luego de recordar que los parlamentarios son representantes del pueblo iraquí, Al-Rekabi afirmó que cualquier intento para eludir la salida de las tropas estadounidenses, llevaría el país a una “situación caótica”, por lo que exigió a las autoridades a implementarlo.
El Parlamento de Irak aprobó el pasado enero una resolución para poner fin a la presencia de las fuerzas estadounidenses en su suelo, después de que el país norteamericano asesinó al teniente general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, y sus compañeros en un bombardeo con aeronaves no tripuladas (drones) cerca del Aeropuerto Internacional de Bagdad, capital iraquí.
De hecho, la presencia de las tropas de EE.UU. en Irak no solo no ha contribuido al establecimiento de la seguridad, sino que ha favorecido al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), que recibe apoyo de Washington.
No obstante, EE.UU. se niega a abandonar el país árabe con grandes cantidades de recursos naturales, ya que en las últimas décadas ha puesto su mirada en los ricos yacimientos petroleros de este país y reconoce abiertamente que quiere mantener sus tropas en Irak para controlar el petróleo tal y como lo ha hecho con Siria.
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