El portal de noticias estadounidense VeteransToday informó el sábado que un cargamento de sustancias explosivas, cuyo contenido explicitaba "azúcar refinada de Dubai", fue confiscado por las fuerzas iraquíes en una localidad a tres kilómetros de Faluya, en la provincia de Al-Anbar.
Según los medios iraquíes, los emiratíes enviaron el cargamento a Turquía, desde donde ese país a través de buques mercantes se hizo con la responsabilidad de entregar los explosivos al grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) en la ciudad de Faluya.
El nuevo hallazgo demuestra una vez más la implicación de Turquía y algunos países árabes del Golfo Pérsico en la crisis de la región, ya que los convoyes con ayuda humanitaria que se dirigen desde estos Estados hacia Irak y Siria contienen armas destinadas a los terroristas que combaten contra los Gobiernos sirio e iraquí.
El pasado jueves, el portavoz del Ministerio saudí del Interior, Mansur al-Turki reveló que hay donantes privados en la monarquía árabe que envían fondos a Daesh, alegando apoyar a los niños de la ciudad iraquí de Faluya.
Al parecer, Turquía y sus aliados árabes están preocupados por los avances que consiguieron las fuerzas iraquíes ante el grupo terrorista EIIL, razón por la cual desde el inicio de las operaciones a gran escala encaminadas a liberar de Daesh la ciudad de Faluya han aplicado una serie de métodos para frenar los logros del Ejército iraquí.
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