“No tenemos hasta ahora ninguna razón para dudar del presidente Juan Orlando Hernández quien ha hablado con mucha franqueza durante toda la semana que estuve en este país”, afirmó el representante de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y facilitador del diálogo contra la corrupción en Honduras, el chileno John Biehl del Río.
No tenemos hasta ahora ninguna razón para dudar del presidente Juan Orlando Hernández quien ha hablado con mucha franqueza durante toda la semana que estuve en este país”, afirmó el representante de la OEA.
El funcionario de la OEA, que hizo estas declaraciones antes de abandonar el sábado Tegucigalpa, la capital de Honduras, dijo que retornará nuevamente al país centroamericano en 10 días para continuar con el proceso de instalación de un Diálogo Nacional, con el que Hernández intenta calmar al pueblo que ha incrementado sus protestas después de que el mandatario admitiera que su campaña que lo llevó a la Presidencia estuvo financiada con dinero público, unos 150.000 dólares.

Biehl del Río, tras finalizar la primera ronda de mesas de trabajo, que involucra a unas 50 organizaciones y sectores de la sociedad civil, reconoció que en Honduras "falta mucho" por hacer para que "se cree una mínima confianza que permita obtener resultados pronto y efectivos" en el combate a la corrupción y la impunidad.
Para el facilitador de la OEA; el diálogo nacional contra la corrupción y la impunidad en Honduras fue un escenario de "desahogo" para los participantes.
A juicio del diplomático, en Honduras "se nota una especie de cansancio mucho más de las personas que conversamos (...), hay una especie de desgano frente a esta casi noticia continua de gente que aparece súbitamente con grandes cantidades de dinero".
Para finalizar, llamó a los hondureños a solventar los problemas del país "a través del diálogo y por la vía pacífica", lo que consideró la "herramienta más poderosa" y enfatizó que la marcha pacífica es un "derecho ciudadano" y es el "camino correcto" para robustecer la democracia y combatir la corrupción y la impunidad.
Lamentó un incidente acaecido el viernes por la noche del que fue testigo, cuando un soldado resultó herido con una pedrada cuando manifestantes del movimiento "Oposición Indignada" intentaban llegar a la residencia privada de Hernández en Tegucigalpa. Sin embargo, dijo que no cree que los protagonistas de estos actos de vandalismo fueran miembros de los indignados por la corrupción.

Desde el pasado mes de mayo, los indignados llevan a cabo cada viernes, protestas con las mismas características; portan antorchas y gritan consignas contra la impunidad de los corruptos en el país, pero en esta ocasión, algunos de ellos, con el rostro cubierto, lanzaron piedras, rompieron cristales del autobús en el que se transportaban militares y pincharon una de las llantas del camión militar.
Desde un principio, los indignados rechazaron también el diálogo propuesto el 23 de junio y exigen la creación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH).
Entre los opositores se cuenta al expresidente hondureño Manuel Zelaya, derrocado el 28 de junio de 2009, quien no asistió al diálogo y en su cuenta en Twitter explicó que se debía a que el Gobierno "se niega a cumplir las demandas de la oposición e indignados".
"El Gobierno y los medios dicen que inició el diálogo, por favor, quienes asisten al evento para legitimarlo, explíquenme", indicó el exgobernante, quien es diputado ante el Parlamento por el Partido Libertad y Refundación (Libre) surgido tras su derrocamiento.
El denominado movimiento "Oposición Indignada", surgido en mayo pasado para exigir que cese la corrupción y la renuncia del presidente del país, de los fiscales general y adjunto del Estado, reiteró el sábado que aceptan sentarse a un diálogo solamente si se crea la CICIH .
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