Los motivos del éxodo no han cambiado en nada, los hondureños salen de su país arriesgándolo todo por intentar mejorar sus condiciones de vida y la de sus familiares, la violencia, la pobreza y la falta de oportunidades hacen que incluso arriesgar la vida de menores que no cumplen siquiera un año sea la única opción, además de su aparente boleto a Estados Unidos.
Las pandillas y el crimen organizado son motivos de peso para que miles de mujeres y sus hijos salgan huyendo de su propio país.
A pesar que una gran mayoría de quienes integraban las primeras dos caravanas regresó con las manos vacías a su país, los hondureños de la tercer caravana confían en que podrán cruzar la frontera, para algunos es una oportunidad única y que deben aprovechar.
La casa del migrante es la única institución sin fines de lucro en Guatemala que le da refugio a los integrantes de las distintas caravanas, cada una con sus propias características en el caso de la tercera ya no es una sola sino varias que se juntan en puntos clave, como las fronteras y lugares de refugio.
Hasta este jueves 11 de abril, la casa del migrante había atendido a un aproximado de 800 personas y el flujo aumentará en los próximos días de acuerdo a información que se ha trasladado desde Honduras.
Según los mismos hondureños que paulatinamente van llegando a la ciudad de Guatemala, en el camino vienen entre 3000 y 4000 inmigrantes en busca del denominado sueño americano, muchos de ellos optan por cruzar la ciudad sin pasar por este refugio.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
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