Bélgica se ha despertado este martes medio paralizado, debido a una huelga general en el transporte y los servicios públicos. El paro rechaza los recortes al gasto público, previstos por el gobierno belga.
Mientras, decenas de miles de personas se manifestaron en las calles de la capital para denunciar las medidas de austeridad. Los manifestantes estaban indignados con el aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años, entre otras reformas.
La protesta, convocada por los principales sindicatos belgas, también ha sido respaldada por grupos activistas como Green Peace y Oxfam. La huelga afectó a decenas de miles de viajeros en el país. Además, resultó con la cancelación de los vuelos en los principales aeropuertos del país.
El actual gobierno de Bélgica, desde su llegada al poder en febrero, se ha afrontado varas huelgas contra las reformas de las pensiones y del mercado laboral, algo que ha puesto al ejecutivo en jaque.
frr