Los ministros de la Unión Europea (UE) se han citado en Bruselas, capital de Bélgica, en medio de una gran inquietud por el futuro del papel de Washington en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una organización que cubre el 73 por ciento de sus gastos a través de un país, cuyo próximo inquilino tiene un enfoque crítico hacia ella.
Ante la preocupación causada, las autoridades europeas han adoptado diferentes posturas. Unas ven necesario esperar a ver cuál es la política de la nueva Administración una vez asuma sus funciones, mientras que otras lo afrontan con una mayor firmeza.
El mayor inconveniente que ve Trump en la OTAN es que ya no sigue sus principales objetivos y resulta muy costosa para su país.
Ahora, ante la inminente investidura de Trump como presidente, el futuro de los lazos entre Washington y la OTAN sigue bajo una gran incertidumbre y hay que ver hacia dónde se encaminará la ruta de cooperación clave entre estos dos.
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