La Crida Nacional per la República echa a andar. El instrumento político propuesto por el cesado líder de la Generalitat Carles Puigdemont para alcanzar la República catalana, ha celebrado su Congreso fundacional en Barcelona. Lo ha hecho arropado por cerca de 4 mil personas y con la participación del actual presidente de la Generalitat, Quim Torra.
El Congreso ha nombrado a Jordi Sánchez, actualmente preso de la causa del proceso secesionista, como presidente del movimiento. Los participantes también han aprobado una ponencia que declara la Crida como un instrumento político que se compromete a desaparecer si se consigue la República catalana.
Todavía no queda clara su hoja de ruta electoral ni cómo piensa confluir con otros partidos independentistas, que de momento no contemplan unirse al movimiento. Entre proclamas a la unidad independentista, su nuevo presidente se ha dirigido a los presentes a través de una carta. Las proclamas a la unidad también ha sido lo más destacado entre los militantes.
Pese a la vocación aglutinadora de la Crida, la propuesta de Puigdemont ha sacudido el espacio político del independentismo. Con la vocación clara de heredar el espacio político de la difunta convergencia, muchos la ven como otra opa hostil del expresidente a su antiguo partido.
Marc Almodóvar, Barcelona.
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