“Basta, recuperemos la sensatez”. Bajo este lema miles de ciudadanos catalanes y muchos fletados con autobuses de toda España, han querido mostrar su rechazo frontal a una posible independencia de Cataluña. A pocos días de que el presidente Carles Puigdemont pueda declarar la independencia en el Parlamento, la autoconsiderada mayoría silenciosa ha alzado la voz y ha sido contundente contra los independentistas.
La mayor manifestación del bloque unionista en los cerca de 8 años de proceso independentista, han contado con la participación de los partidos constitucionalistas. Ciudadanos ha seguido presionando al presidente de Gobierno Mariano Rajoy para que aplique el artículo 155 y suspenda la autonomía, mientras el Partido Popular (PP) ultima las medidas para impedir la secesión.
Por su parte, Cataluña en Comú, el partido soberanista de la alcaldesa Ada Colau, ha apelado a la mediación para intentar resolver el conflicto.
El Gobierno español ya ha rechazado frontalmente cualquier tipo de mediación internacional, al considerar que se trata de un asunto interno de España. Por su parte, el poder económico también ha entrado en juego con la fuga de sedes sociales de las principales empresas catalanas a otros lugares del Estado. Ante esto, la Generalitat sigue reflexionando cómo materializar la independencia, una de las decisiones más importantes de su historia.
Oriol Puig, Barcelona.
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