• El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Abás Araqchi.
Publicada: jueves, 11 de septiembre de 2025 22:29

El canciller iraní califica de irracionales las exigencias de la troika europa sobre el ‘snapback’ y revela un nuevo acuerdo con la AIEA que fija pautas de cooperación nuclear.

El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Seyed Abás Araqchi, ha rechazado las condiciones fijadas por la troika europea (Francia, Alemania y el Reino Unido, también conocidos como E3) para la extensión de la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU.

“Las condiciones impuestas por los tres países europeos para extender el mecanismo snapback no han sido realistas ni racionales ni han coincidido con los intereses nacionales de Irán”, ha declarado Araqchi, en una entrevista televisiva emitida este jueves.

La Resolución 2231, adoptada en 2015, respaldó el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) —el acuerdo nuclear con Irán— y estableció un cronograma para el levantamiento de las sanciones internacionales contra Irán a cambio de limitaciones al programa nuclear del país persa. El 28 de agosto, Francia, Reino Unido y Alemania informaron del inicio del proceso para activar el mecanismo snapback, que reimpondría automáticamente las sanciones antiraníes de la ONU suspendidas hace una década, en virtud del acuerdo nuclear de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por su sigla en inglés) que firmaron en 2015 Irán y el Grupo 5+1 —los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Francia, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos) y a Alemania—.

Araqchi ha asegurado que Teherán no ha reconocido el derecho de esos tres países europeos a utilizar el mecanismo snapback y, por ende, tampoco a prolongarlo. “En un momento dado, propusieron ciertas condiciones bajo las cuales, de cumplirse, dicho mecanismo se extendería y, en sus propias palabras, se crearía ‘una nueva oportunidad para la diplomacia’ (...) Pero nunca aceptamos estas condiciones. De hecho, no les reconocemos ese derecho”, ha asegurado.

Mientras tanto, ha subrayado que la disputa sobre la resolución está en curso y que la delegación de Irán en Nueva York está manteniendo “consultas intensivas” en coordinación con Rusia y China, y “algunos otros miembros del Consejo de Seguridad” para abordar el tema.

Cooperación con la AIEA no puede ser como antes

El jefe de la diplomacia iraní ha enfatizado que la cooperación de Irán con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) es un asunto completamente separado y no está vinculado a las condiciones europeas.

“Incluso antes de que propusieran esas condiciones, ya habíamos comenzado nuestras consultas con la Agencia”, ha dicho Araqchi, sosteniendo que, a pesar de los ataques estadounidenses a las instalaciones nucleares de Irán el pasado junio, la cooperación con la AIEA conlleva tanto beneficios estratégicos como obligaciones jurídicas para Irán.

“Aunque se produjeron acontecimientos y ataques y nuestras instalaciones nucleares fueron bombardeadas, la cooperación con la Agencia nos trae beneficios y también implica obligaciones”, ha precisado.

Además, ha dejado en claro que “como miembro comprometido del Tratado de No Proliferación Nuclear, estamos obligados a cumplir los requisitos internacionales mientras permanezcamos en el acuerdo, pero bajo las nuevas condiciones”.

El ministro iraní ha indicado que, en las nuevas condiciones, la cooperación de Irán con la AIEA “no puede ser como antes. Por dos razones: primero, ha habido cambios en el terreno y algunas de nuestras instalaciones nucleares han sido atacadas, lo que ha modificado las condiciones sobre el terreno; y segundo, tenemos una ley en el Parlamento que el gobierno está obligado a aplicar”.

 

Tras varias rondas de conversaciones en Viena y El Cairo con Rafael Grossi, director del AIEA, se ha alcanzado un acuerdo que, según Araqchi, “ha reconocido que los ataques a nuestras instalaciones han sido ilegales, que debemos establecer un nuevo marco de cooperación y que la ley del Parlamento iraní es plenamente vinculante”.

En este marco, la agencia internacional ha aceptado que las inspecciones en instalaciones no bombardeadas se realicen caso por caso y con la aprobación del Consejo Supremo de Seguridad Nacional. Para los centros atacados, primero se han aplicado medidas ambientales y de seguridad antes de cualquier verificación.

Araqchi ha puesto como ejemplo la presencia de inspectores en la planta de Bushehr para el recambio de combustible, autorizada por el Consejo de Seguridad Nacional, y la inspección del reactor de investigación de Teherán, vital en la producción de medicinas nucleares para más de un millón de pacientes iraníes.

Finalmente, ha advertido que “la validez de este acuerdo ha dependido de que no se produzca ninguna acción hostil contra Irán. Si se activa el mecanismo de snapback, desde nuestra perspectiva, el pacto dejará de tener efecto”.

mep/ncl