Irán y la troika europea “han llegado a un acuerdo sobre el principio de las negociaciones, pero aún continúan las consultas sobre el momento y el lugar, y no se ha decidido en qué país se celebrarán las próximas conversaciones”, ha dado a conocer una fuente conocedora del tema en declaraciones concedidas a la agencia local Tasnim.
Anteriormente, también un corresponsal de Tasnim había informado de que Irán estaba evaluando la solicitud de los tres países europeos para reanudar las negociaciones sobre el tema nuclear y el levantamiento de sanciones impuestas a la República Islámica.
El medio ha señalado que dichas negociaciones se llevarán a cabo a nivel de viceministros de Asuntos Exteriores de Irán y los tres países europeos.
El viernes, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Abás Araqchi, informó de una videoconferencia conjunta con sus homólogos de Alemania, Francia y el Reino Unido, así como la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, en la que advirtió que recurrir a amenazas y sanciones, incluida la activación del mecanismo de reversión rápida de sanciones (snapback) —con la que E3 amenaza a Irán— no conduciría a resultados deseados.
El máximo diplomático persa, de igual modo, les recordó a los líderes europeos el papel de Estados Unidos en destruir el acuerdo nuclear de 2015, más conocido como el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o el JCPOA, por sus siglas en inglés).
El mecanismo de reversión rápida fue incorporado en la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), que respaldó el JCPOA. Permite que cualquier parte del acuerdo active un proceso que restaura todas las sanciones previas de la ONU contra Irán —que fueron levantadas bajo el acuerdo— si se considera que Irán ha incumplido “significativamente” sus obligaciones.
Irán ha afirmado que, si las sanciones anteriores se activan, no habrá ningún cambio sustancial en el estatus de las sanciones contra Irán, pues el país ya está bajo las sanciones internacionales más severas.
Además, Teherán en reiteradas ocasiones ha destacado que la activación del denominado mecanismo Snapback solo complicaría las negociaciones nucleares.
Por otro lado, Teherán y Estados Unidos estaban llevando a cabo negociaciones en los últimos meses, a través de mediadores omaníes, hasta el ataque sorpresa del régimen de Israel contra Irán el 13 de junio, lo que desencadenó una guerra de 12 días. El ataque ocurrió apenas dos días antes de la sexta ronda de negociaciones prevista en Mascate.
Teherán, que tacha dicho accionar de un ataque a la diplomacia y que cuestiona la seriedad de Washington, también ha condenado la postura parcial de algunos países europeos, por justificar estos últimos las acciones agresivas del régimen sionista y EE.UU.
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