La Unión Europea (UE) no está interesada en nuevas sanciones contra Irán e independientemente del resultado de los diálogos nucleares busca levantar los embargos económicos que pesan contra el país persa.
El autor del artículo Jonathan Tirone destaca los ingentes daños económicos y las amplias pérdidas financieras de la UE a causa de las sanciones antiraníes impulsadas por Estados Unidos y sus aliados.
Tirone añade que, según las estadísticas, el bloque europeo perdió más de 27 mil millones de dólares al año, desde 2005, año en que EE.UU. expandió e impulsó más sanciones contra Irán.
Por otra parte, el autor del artículo destaca el potencial de Irán para convertirse en una potencia económica, y esta es la razón principal de que la UE esté interesada en invertir en el país persa.
El exembajador del Reino Unido en Teherán Richard Dalton advirtió de que Estados Unidos no podrá contar totalmente con el apoyo de la UE para aumentar las presiones sobre Irán si las conversaciones sobre el programa de energía nuclear iraní llegan a un callejón sin salida. Un posible fallo en las conversaciones nucleares posiblemente sería culpa de Washington.
Al mismo tiempo, el exembajador del Reino Unido en Teherán Richard Dalton advirtió de que Estados Unidos no podrá contar totalmente con el apoyo de la UE para aumentar las presiones sobre Irán si las conversaciones sobre el programa de energía nuclear iraní llegan a un callejón sin salida.
Dalton también declaró que, dadas las circunstancias y los recientes avances en los diálogos, un posible fallo en las conversaciones nucleares probablemente sería culpa de Washington, algo que distanciaría aun más a los países europeos y les daría luz verde para levantar el régimen de sanciones sobre Irán con mayor rapidez.
Irán y el Grupo 5+1 dialogan desde hace año y medio para alcanzar un acuerdo definitivo sobre el programa de energía nuclear iraní, después de conseguir uno preliminar en noviembre de 2013 en la ciudad suiza de Ginebra.
EE.UU. y sus aliados adoptaron medidas coercitivas contra Irán bajo excusa de que el programa de energía nuclear del país persa perseguía fines bélicos: algo descartado, no obstante, hasta por los mismos servicios de inteligencia de Estados Unidos y del régimen israelí.
Por su parte, Estados Unidos obligó desde un principio a la UE a adoptar sanciones contra Irán y limitar sus relaciones financieras con el país persa, lo que perjudicó en gran medida, y principalmente, la economía europea.
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