Esta creciente desconfianza entre la Casa Blanca y el régimen israelí se hizo pública después de que el domingo el Canal 2 de la televisión israelí informara que la administración de Barack Obama había cesado toda comunicación con dicho régimen sobre las conversaciones nucleares de Irán, informó el lunes el diario The Washington Post.
De acuerdo con el informe, la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Susan Rice, había interrumpido su comunicación con su homólogo del régimen israelí, Yosi Cohen, en relación a los diálogos de Washington en relación al programa de energía nuclear iraní. También, había alegado que la subsecretaria de Estado estadounidense para Asuntos Políticos, Wendy Sherman, ya no informaba a los funcionarios israelíes del tema de los diálogos.
Ese informe fue desmentido luego por el portavoz de la Casa Blanca, Alistair Baskey, quien aseguró: "Continuamos nuestro contacto frecuente y habitual en distintos niveles profesionales dentro de inteligencia, (temas) militares y esferas diplomáticas".
No obstante, el lunes el diario israelí Haaretz informó citando a un oficial israelí que EE.UU. había limitado el alcance de los datos que comparte con el régimen de Israel sobre las conversaciones nucleares con Irán, por temor a que dicho régimen pueda socavar el proceso de los diálogos.
El régimen de Tel Aviv está tratando de bloquear un acuerdo definitivo entre Irán y el Sexteto, mientras que Washington está haciendo todo lo posible para lograr un pacto. Por lo tanto, la Casa Blanca teme que los funcionarios israelíes puedan filtrar algunos datos confidenciales en sus charlas con los medios de comunicación en un intento de socavar los diálogos, según Haaretz.
Los vínculos entre la Casa Blanca y el régimen de Tel Aviv viven uno de sus peores momentos después de que el premier israelí anunciara su decisión a hablar ante el Congreso de EE.UU. sobre Irán el próximo mes, sin coordinarlo con la Casa Blanca.
Pocas horas después de que Obama amenazara en su discurso sobre el estado de la Unión, el 20 de enero, con vetar cualquier medida legal antiraní adoptada por el Congreso, el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, John Boehner, invitó a Netanyahu a dar un discurso sobre la supuesta “amenaza” iraní, infringiendo así un protocolo diplomático que establece que tales invitaciones debe expedirlas el presidente.
Irán y los países del G5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, más Alemania) mantienen diálogos para reducir sus diferencias y posibilitar un acuerdo definitivo que ponga fin a 12 años de disputas sobre el programa pacífico de energía nuclear de Teherán.
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