El jefe de uno de los mayores sindicatos de transporte del Reino Unido convocó huelgas coordinadas que involucran a decenas de miles de trabajadores del sector público, incluidos maestros, bomberos y enfermeras, justo cuando los médicos en formación consideran unirse.
Además, la principal organización de trabajadores ferroviarios británica llamó a reanudar una huelga de 48 horas no solamente para reclamar un aumento salarial del siete por ciento, sino también para defender su derecho a la protesta.
Por su parte, el primer ministro británico, Rishi Sunak, defendió la decisión del Gobierno e insistió en que debe equilibrar el derecho a la huelga con el de los ciudadanos corrientes a hacer su vida sin trastornos.
Esto ocurrió mientras que, la mayoría de las disputas se centran en los salarios, y los sindicatos exigen aumentos al ritmo de la inflación de dos dígitos del país.
Se trata del peor episodio de manifestación laboral desde la década de 1980, combinado con el retorno de una inflación de dos dígitos, lo que ha producido una sensación de malestar en el Reino Unido, donde el nivel de vida está cayendo.
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