Mangueras cruzadas, carteles que dicen “no hay nafta” e interminables colas en estaciones de servicio, esa es una imagen real del Reino Unido.
Por el Brexit, faltan conductores de camiones para el traslado de los derivados del crudo, ya que muchos trabajadores europeos decidieron abandonar el Reino Unido.
Incluso, quedaron registradas peleas entre los automovilistas tratando de conseguir los últimos litros de nafta en las estaciones de servicio. La gente acusa al Gobierno de no hacer lo suficiente para aliviar la situación.
El gobierno británico aprobó formalmente la provisión de 150 conductores del Ejército, que ayudarán en el transporte de mercaderías con el combustible, para intentar paliar la crisis.
Ante las impactantes imágenes de gasolineras abarrotadas, el ejecutivo de Boris Johnson volvió a afirmar que el país no se está quedando sin combustible, sino que la escasez se debe a una demanda excepcional provocada por las compras de consumidores movidos por el pánico.
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