• El jefe adjunto del Consejo Ejecutivo de Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), el sheij Nabil Qauq
Publicada: martes, 12 de junio de 2018 7:40
Actualizada: martes, 13 de noviembre de 2018 22:28

Hezbolá advierte de que Arabia Saudí representa una amenaza nacional para El Líbano, pues trata de bloquear la formación de un Gobierno en el país árabe.

“Hoy, Arabia Saudí está interfiriendo en la formación del Gabinete para lograr su objetivo de debilitar el papel de la resistencia”, afirmó el lunes el jefe adjunto del Consejo Ejecutivo de Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), el sheij Nabil Qauq.

Añadió que el régimen de Arabia Saudí desea convertir El Líbano en su patio trasero en la región. El pueblo libanés debe saber que “Arabia Saudí representa una amenaza directa al consenso nacional y la estabilidad política en El Líbano”, y su injerencia ha retrasado la formación de un Gobierno en el país, indicó el funcionario de Hezbolá.

El lunes también el primer ministro libanés, Saad Hariri, anunció que había presentado al presidente del país, Michel Aoun, un plan para formar un Gobierno “lo más pronto posible” para evitar una parálisis institucional.

Hoy, Arabia Saudí está interfiriendo en la formación del gabinete para lograr su objetivo de debilitar el papel de la resistencia”, afirma el jefe adjunto del Consejo Ejecutivo de Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), el sheij Nabil Qauq.


Se esperaba que el nuevo Gobierno pudiera formarse antes del final del mes sagrado musulmán de Ramadán (el noveno mes del calendario islámico de la hégira lunar). Pero debido a la injerencia extranjera en los asuntos internos de El Líbano, en especial de Arabia Saudí, en 2016 se necesitaron 45 días y en 2009, 145 para alcanzar un acuerdo.

En las elecciones del pasado 6 de mayo, Hezbolá y sus aliados chiíes del Movimiento Amal y el cristiano Movimiento Patriótico Libre, liderado por el presidente Michel Aoun, consiguieron 67 escaños de los 128 escaños.

Hariri protagonizó la más reciente crisis política libanesa, cuando presentó su dimisión el pasado noviembre desde Arabia Saudí y acusó a Irán y al Hezbolá de intervenir en los asuntos de El Líbano, pero finalmente regresó a su país y siguió en el cargo a petición de todas las fuerzas políticas.

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