El grupo activista estadounidense CODEPINK calificó el cerco marítimo anunciado por el presidente estadounidense, Donald Trump, contra Venezuela como una amenaza directa de guerra, un castigo colectivo y un intento de saqueo de recursos, en violación del derecho internacional y de la soberanía venezolana.
En un comunicado difundido este miércoles, la organización sostuvo que declarar un “bloqueo total y completo” a los petroleros venezolanos constituye, desde la perspectiva del derecho internacional, un acto de guerra, al implicar el uso de la fuerza para someter a un Estado soberano.
Asimismo, denunció que las declaraciones de Trump sobre una supuesta “armada más grande jamás reunida” rodeando a Venezuela, así como su promesa de provocar “un shock como nunca antes visto”, representan una amenaza explícita de violencia orientada a imponer un cambio político mediante la coerción militar y económica.
A naval blockade is an act of war. Trump is escalating from sanctions to siege and open threats against Venezuela. CODEPINK condemns this dangerous, lawless move. VENEZUELA IS NOT U.S. PROPERTY. Read the statement: https://t.co/Rgv71H5r9S pic.twitter.com/02Frtdtkm1
— CODEPINK (@codepink) December 17, 2025
El grupo antibelicista sostuvo que la exigencia del presidente Trump de que Venezuela “devuelva” petróleo, tierras y activos a Estados Unidos deja al descubierto —según afirmó— el verdadero objetivo de la ofensiva contra el país sudamericano. En ese sentido, subrayó que Venezuela no ha usurpado recursos, sino que ejerce su derecho soberano a administrarlos y a impedir que corporaciones estadounidenses controlen su economía.
De acuerdo con la organización, este discurso responde a una visión neocolonial que concibe a América Latina como una zona de extracción, bajo la premisa de que el poder estadounidense equivale a propiedad.
El comunicado advirtió además que la eventual designación del Gobierno venezolano como “Organización Terrorista Extranjera” constituiría un uso abusivo y peligroso del Poder Ejecutivo, destinado a eludir al Congreso, suprimir el debido proceso y construir una cobertura legal para una acción militar.
Asimismo, calificó de “grotesca” la decisión de Trump de declarar el fentanilo como “arma de destrucción masiva”, al considerar que evoca deliberadamente el mismo marco retórico utilizado para justificar la guerra de Irak.
En ese contexto, CODEPINK rechazó las acusaciones que vinculan a Venezuela con el narcotráfico, la migración forzada y el crimen en Estados Unidos, y denunció que el fenómeno migratorio está siendo utilizado como pretexto para justificar la agresión.
La organización señaló que este discurso omite el impacto devastador de las sanciones estadounidenses, las cuales —afirmó— han restringido el acceso a alimentos, medicinas, combustible y recursos financieros, provocando un sufrimiento masivo en la población venezolana.
Asimismo, recordó que Estados Unidos ha confiscado activos venezolanos, congelado miles de millones de dólares en el exterior y asumido el control de empresas como CITGO.
Según CODEPINK, la actual escalada responde al fracaso de las sanciones para doblegar al país, lo que habría empujado a Washington hacia un bloqueo total y una asfixia económica aún más severa, utilizando el hambre y la privación como instrumentos de guerra.
La organización comparó esta estrategia con otros escenarios de castigo colectivo, al señalar que la misma lógica de cortar el suministro de combustible, alimentos y medicinas ha sido aplicada en Palestina y en otros conflictos impulsados por intereses imperiales. En ese sentido, advirtió que el caso venezolano se inscribe en un sistema global de dominación que sacrifica vidas humanas y el medio ambiente en nombre del poder y la ganancia.
“Venezuela no es propiedad de Estados Unidos”, enfatizó CODEPINK. “Su petróleo no pertenece a Washington, su tierra no es una moneda de cambio y su pueblo no debe su soberanía a ningún imperio”, señaló el comunicado, advirtiendo que un bloqueo, una designación como entidad terrorista y un despliegue militar constituyen pasos directos hacia la guerra.
En consonancia con CODEPINK, el Partido Socialista por la Liberación (PSL, por sus siglas en inglés) instó de manera urgente al Congreso estadounidense y a la comunidad internacional a frenar la escalada, rechazar lo que calificó como una amenaza ilegal y defender el principio de soberanía.
It’s not about drugs, it’s not about democracy — Trump’s blockade is about stealing Venezuela’s oil!
— Party for Socialism and Liberation (@pslnational) December 17, 2025
Trump isn’t even trying to hide it anymore. He just announced what amounts to a massive campaign of piracy with the explicit goal of looting Venezuela’s natural resources. And… pic.twitter.com/FbEyAkdaJs
El PSL también calificó la campaña contra Venezuela como un “acto de guerra y un asedio destinado a provocar un colapso económico y una crisis humanitaria como antesala de un conflicto total”, y llamó al pueblo estadounidense a “rechazar las mentiras y colocarse del lado correcto de la historia”.
Trump anunció el martes que había ordenado “un bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela”. Desde septiembre, EE.UU. ha llevado a cabo decenas de ofensivas en el mar Caribe y el Pacífico oriental, dejando muchas víctimas, en el marco de su llamada lucha contra drogas, asesinando al menos 95 personas.
Caracas denuncia que los movimientos, incluidos ataques letales, de EE.UU. en el Caribe no están encaminados a enfrentar el narcotráfico como dicen desde Washington, sino que el verdadero objetivo es imponer un cambio de gobierno y apropiarse de los recursos estratégicos venezolanos, como el petróleo, el gas y el oro.
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