El Departamento del Tesoro de Estados Unidos señaló el jueves que dos de las cinco personas incluidas en la nueva ronda de embargos, es decir, Reza Seray y Ruholá Bazqandi, son responsables de alto rango de la organización de inteligencia del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán.
Las sanciones afectan también a otras tres personas residentes en Irán y Turquía y una empresa turca —la aerolínea Rey Havacilik Ithalat Ihracat Sanayi Ve— que, según la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), están vinculadas a tal fuerza iraní.
El Tesoro de EE.UU. acusó a las personas y la entidad sancionadas de participar presuntamente “en una serie de complots” en el extranjero para asesinar a algunos “antiguos cargos del Gobierno y ciudadanos estadounidenses, así como disidentes iraníes”.
Estados Unidos, bajo el mandato del expresidente Donald Trump (2017-2021), incluyó al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, que forma parte de las Fuerzas Armadas de Irán, en la llamada lista de ‘entidades terroristas’, en un intento por debilitar a esta fuerza y destruir la economía iraní —porque la fuerza élite iraní dirige muchos sectores de la economía del país persa—.
Irán denuncia que declarar terrorista al CGRI y sancionarlo no solamente constituye una abierta violación del derecho internacional, sino que es penalizar una entidad que se ha caracterizado por sus importantes contribuciones en el combate al terrorismo.
La República Islámica rechaza las acusaciones estadounidenses contra su fuerza, y dice que los embargos son intentos inútiles de socavar el ascenso y la prominencia del Cuerpo de Guardianes en Irán y en la región de Asia Occidental.
ftm/ctl/ftn